Por: Redacción
Estudiantes de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) aplican técnicas alternativas a distintos cultivos en el Campo Agrícola Universitario que evita el uso de plaguicidas para obtener productos más saludables.
José Luis Loa Zárate, Ramón Guzmán Orduño y José Luis González Pérez, estudiantes de la carrera de Ingeniero Agrónomo de la UABCS, actualmente están a cargo de varios cultivos de sorgo de caña delgada, maíz, frijol y sorgo de caña gruesa.
Son alimentos que ellos mismos han sembrado en el Campo Agrícola de la Universidad, como parte de sus prácticas académicas.
Lo que hace especial el trabajo que realizan es que los cultivos que desarrollan son totalmente orgánicos y están libres de plaguicidas.
Ramón Guzmán, cursante del octavo semestre, considera que algunas de las sustancias químicas utilizadas como plaguicidas en las cosechas pueden ocasionar problemas serios en la salud de los consumidores, algunas de ellas tan peligrosas como el cáncer.
“Hemos visto residuos de agroquímicos que llegan a las personas a través de los alimentos, ya que estos productos no se eliminan por completo y se van acumulando en bebés y personas adultas; los niveles de intoxicación son alarmantes”, dijo.
A diferencia de los cultivos tradicionales, la agricultura orgánica practicada por los futuros agrónomos emplea fertilizantes que surgen de la lombricomposta, es decir, los residuos que se obtienen a partir de la crianza de gusanos.
“Nosotros lo que hacemos es inyectar a los cultivos por medio de una bomba sumergible, un compuesto denominado “lixiviado”, el cual surge de la actividad biológica de la lombriz y es totalmente natural”, con lo que evitan el uso de productos químicos.
Además, los estudiantes explicaron que el proceso de siembra conlleva muchos aspectos importantes.
Por ejemplo, antes de sembrar aflojan el suelo con un implemento llamado “vibro”, para que los nutrientes almacenados en la tierra puedan ser absorbidos fácilmente por la planta, y ésta no emplee su energía en encontrar los nutrimentos, sino en crecer.
Para sustituir el uso de los plaguicidas, los universitarios echan mano de la propia naturaleza.
El problema se resuelve cultivando diversos tipos de plantaciones, esto provoca una interacción entre organismos benéficos que se comen a aquellos que son considerados como una plaga, creando así una cadena trófica o alimenticia que logra un equilibrio natural.
La producción de estas cosechas no sólo pueden ser utilizadas para consumo humano, sino también para alimentar ganado, señalan los estudiantes de Agronomía.
El producto vegetal, es decir, el restante de la planta, se da de alimento a los animales en forma de forraje. “Con esto aliméntanos diferentes tipos de ganado: bobino porcino, avícola, entre otros”.
El resultado es que, gracias a este proceso, se puede producir carne orgánica que en el mercado es ampliamente valorada, sobre todo económicamente por su calidad de exportación.
Lamentablemente, los universitarios señalaron que este sistema aún no está lo suficientemente establecido en Baja California Sur, aunque sí hay quienes lo practican de manera aislada en el estado.
Los estudiantes puntualizaron que este tipo agricultura puede ser replicado en casa, por lo cual invitaron a los sudcalifornianos para que experimenten con cultivos orgánicos en sus hogares y se fomente la cultura de autoproducción de alimentos.
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