Por: Redacción/
Con el propósito de mejorar, integrar y valorar los procesos de adquisición de conocimiento interno y externo dentro de las industrias de alta intensidad tecnológica, la estudiante de doctorado del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Ana Lilia Sánchez Regla estudia en una primera fase las capacidades de absorción con las que los integrantes de biofarmacéuticas lo emplean en su organización.
Así lo dijo en su ponencia denominada “Mecanismos de transferencia de tecnología externos en la industria biofarmacéutica mexicana”, en el XVII Congreso Latino-Iberoamericano de Gestión Tecnológica, donde explicó que el concepto de “capacidad de absorción” es la habilidad con la que las instituciones, ya sean públicas o privadas, pequeñas, medianas o grandes tienen para integrar el conocimiento previo al conocimiento externo.
Sánchez Regla expuso que en la fuente externa de conocimiento hay una serie de procesos que se incluyen y es ahí donde se internalizan con el conocimiento propio, “y tiene como resultado una organización más flexible, nuevos productos, procesos o servicios innovadores, una mejor estructura, así como estrategias organizacionales tendientes a optimizar estas capacidades”.
Actualmente su objeto de estudio es la Unidad de Desarrollo e Investigación en Bioprocesos (UDIBI), de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) del IPN, en la cual se realizaron entrevistas a personal clave de esta organización y toda esta información facilitó la identificación de cuáles son esos mecanismos de transferencia externos que están nutriendo de conocimiento.
“Identificamos aliados estratégicos como empresas del ramo biofarmacéutico y también encontramos competidores, quienes actúan como proveedores de conocimiento, asesores externos que son altamente especializados que son reconocidos a nivel nacional e internacional son quienes proveen de asesoría técnica a la UDIBI”, aseguró la politécnica.
Señaló que esta investigación es de relevancia porque en México no hay (hasta ahora con este estudio) un análisis relacionado con capacidades de absorción en industrias biofarmacéuticas siendo un sector importante en la economía mundial.
Agregó que la UDIBI es el control sanitario para los biofármacos que se distribuyen en México y también esta unidad colabora con otras industrias de Centroamérica y Estados Unidos, además de estar avalada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
“El objeto de estudio presta para mucho análisis y además es un tema flexible para analizarse en cualquier otra industria. Con los datos recabados estamos elaborando un cuadro de qué tipo de conocimientos se alimenta la UDIBI”, subrayó.
En tanto, también se determinó que los actores externos que proveen de nueva información no solamente llevan este conocimiento en una sola dirección sino que es bidireccional e indicó que esta investigación no profundiza en cuestiones confidenciales, pero sí en materia organizacional.
Ana Lilia es alumna del doctorado sobre Gestión y Políticas de Innovación que el aval del Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC), del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que se imparte en las Escuelas Superiores de Economía (ESE), de Comercio y Administración (ESCA), Unidad Santo Tomás y en la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas (UPIICSA), su asesor es el investigador Igor Antonio Rivera González.
En los próximos días estará en la Universidad de Jaume, en Valencia, España para continuar realizando más estudios sobre capacidades de absorción en industrias de alta intensidad tecnológica, junto con otros investigadores.
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