Por: Redacción
En el foro “Situación actual de la Economía Mexicana y su impacto en las Finanzas Públicas”, diputados, especialistas e investigadores llamaron a emprender un cambio estructural del gasto público y el endeudamiento, para mejorar y fortalecer las finanzas del país, pues llevará tiempo implementar las recientes reformas de manera adecuada y sentir sus efectos.
La diputada Minerva Hernández Ramos (PAN) consideró fundamental dar viabilidad legislativa a la creación de un Consejo Fiscal, que “ayudaría a construir y validar los criterios generales de política económica, generados actualmente sólo por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público”.
Vidal Llerenas Morales, diputado de Morena, mencionó que México tiene la inversión pública más baja, y ésta no se ha usado para promover el desarrollo, porque ha sido poca y la calidad del gasto no es buena.
Destacó que Pemex es una empresa a la que no se ha invertido por años. “Si vemos la discusión que tenemos sobre aprovechamientos, observamos que alrededor de 70 mil millones de pesos al año se le han quitado. Tenemos que discutir sobre si las reformas estructurales fueron en el sentido correcto, ya que ahora no sabemos qué hacer con esa empresa petrolera”, planteó.
Se pronunció por un cambio de política y construir una de carácter industrial, ya que México puede ser sólo manufacturero. Hizo votos por integrar tecnología a las cadenas de valor y generar capital humano e infraestructura.
Al participar en el panel “La economía mexicana en el contexto internacional”, Luis Foncerrada Pascal, director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, del Consejo Coordinador Empresarial, subrayó que hoy por hoy, no por el precio del petróleo sino por la caída en las exportaciones, México se “está convirtiendo en una nación netamente importadora de petrolíferos”.
Planteó reducir el déficit, tener un superávit primario y emprender una reingeniería de Pemex, pues se está convirtiendo en un hoyo negro, ya que tan sólo el sistema de refinación tiene un déficit anual de cien mil millones de pesos, “lo que es insostenible e ineficiente”.
Llamó a cuidar la cuenta corriente o de lo contrario se tendrá que financiar, ya sea con más deuda, con Inversión Extranjera Directa o reducción de reservas. Mencionó que el gasto se ha incrementado más que los ingresos, situación que ha detenido el desarrollo en infraestructura. “Es hora de tener una verdadera reforma financiera fiscal. Tenemos que sanar las finanzas públicas para que la economía funcione mejor”, propuso.
El economista y especialista en macroeconomía, Alejandro Villagómez, subrayó que el petróleo es una de las variables más complicadas e impredecibles. Agregó que la mayor preocupación para México, es que la economía no está totalmente despretrolizada. Coincidió en que la reforma fiscal ayudó pero consideró que “no se ha logrado tener una reforma fiscal integral y hacendaria que incluya una reestructuración del gasto”.
Indicó que el crecimiento del país se ha estancado. Después del rebote del 12 por ciento que se dio tras la crisis de 2008-2009, el crecimiento potencial está entre el 2.3 y 2.5 por ciento. “Tenemos una gran cantidad de problemas estructurales que resolver; el tipo de cambio se ha depreciado, y las recientes medidas fiscales tomadas, por parte de las autoridades, fueron adecuadas”, afirmó.
Ante el entorno mundial adverso para los próximos años, dijo que es el momento de que México considere todos los instrumentos posibles de política pública y económica para lograr un cambio estructural que conduzca al país a una senda de crecimiento más acelerado.
La directora del Observatorio Económico México ¿Cómo Vamos?, Valeria Moy, destacó que México tiene un grave problema con la creación de empleos formales, pues se necesitan 1.2 millones de plazas al año para dar cabida a quienes se van incorporando a la población económicamente activa; sin embargo, únicamente se generan 600 mil y eso denota que “tenemos un déficit muy grande y por tanto una creciente informalidad”.
Otro problema que aqueja es la pobreza. “No somos un país de pobres, ya que es la quinceava economía a nivel mundial, pero es una nación donde hay pobreza. Tenemos el 42 por ciento de la población con carencias alimentarias, situación que se debe atacar, no sólo con medidas asistencialistas sino sacar a esta población de los círculos de pobreza donde están. “El gran reto es crear programas de transferencias que no se vuelvan asistencialistas”.
Mencionó que casi 57 por ciento de la población ocupada está en la informalidad, un sector menos productivo que, no obstante, genera el 23 por ciento del Producto Interno Bruto. “La informalidad y productividad nos está frenando como país. No se puede hacer política pública, sin contar a los informales, pero tampoco se les puede incorporar a la formalidad a la fuerza, sino hacerles atractivo este cambio”.
Daniel Chiquiar, director general de Investigación Económica del Banco de México, señaló que el entorno internacional es muy difícil, por lo que destacó la importancia de contar con fuentes de crecimiento internas que sean estables y sostenibles.
Se necesita implementar de forma adecuada las diversas reformas estructurales, con el objetivo no sólo de distinguir a la economía mexicana de otras emergentes, sino para consolidar un mayor ritmo de crecimiento en el mediano plazo y fortalecer el Estado de derecho y garantizar la seguridad jurídica para darle mayor operatividad a las reformas estructurales.
“Con esto, podemos lograr abatir problemas estructurales que la economía presenta. Creemos que el crecimiento económico es una condición necesaria para poder lograr un mayor desarrollo y un abatimiento de la pobreza más duradero”, afirmó.
Durante el panel “Impacto del Contexto Económico Internacional en las Finanzas Públicas”, Mariana Campos Villaseñor, coordinadora del Programa de Gasto y Rendición de Cuentas de México Evalúa, declaró que en “este escenario descompuesto, la Cámara de Diputados debe tomar su papel y estar a la altura de las circunstancias en la discusión de las finanzas públicas”.
Consideró que el recorte anunciado de 134 mil millones de pesos por el gobierno federal “es pequeño”, respecto a lo que debe asumirse. Si bien la Reforma Hacendaria contribuyó a la despetrolización de la economía mexicana, no subsanó el boquete provocado por el desplome de los ingresos petroleros en 2014-2015 por 530 mil millones de pesos, apuntó.
Héctor Villarreal Páez, director del Centro de Investigaciones Económicas y Presupuestarias, precisó que México requiere de una gran reforma fiscal que replantee ingresos, gasto y deuda, así como el tipo de pasivos que se quiere dejar a las siguientes generaciones.
Esta reforma, agregó, deberá incluir la creación de instituciones que marquen la pauta para lograr un sistema sostenible. “Le urge a este país un Consejo Fiscal”, subrayó.
Gabriel Farfán Mares, presidente y director general de Comunidad Mexicana de Gestión Pública para Resultados, advirtió la deuda que México ha tenido, de forma reiterada, con la presencia de Pemex, cuya situación se ha complicado debido a que actualmente el petróleo rápido de extraer es nulo y la posibilidad de encontrar crudo de manera fácil ya no existe, como ocurría en los 70s y 80s.
“El manejo indebido del petróleo tiene el potencial de dañar institucionalmente las capacidades recaudatorias de los Estados”, puntualizó.
El dirigente de la consultoría especializada ACERTUM, Jorge Chávez Presa, declaró que de 2009 a la fecha el incremento al gasto ha sido a través del aumento del endeudamiento público, en lo cual existe corresponsabilidad por una falta de contrapesos. “No puede haber una hacienda pública sana cuando se violentan los contrapesos, especialmente en la aprobación del endeudamiento, enfatizó.
“La hacienda pública de nuestro país es muy vulnerable a lo que sucede en el exterior. Cuando las cosas van bien en la economía mundial, las finanzas públicas van viento en popa. Debe aplicarse también la Ley de Disciplina Financiera al gobierno federal, ya que el endeudamiento no es sólo de un responsable”, expresó.
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