Por: Redacción
La elaboración de la Constitución de la Ciudad de México “es la coronación de un largo proceso que tiene sus antecedentes en los movimientos sociales ocurridos en la década de los ochenta”, apuntó el licenciado Javier Huerta Jurado, director del Programa Editorial Alegatos de la Unidad Azcapotzalco de la UAM.
Huerta Jurado explicó que los tres acontecimientos determinantes que propiciaron la elaboración de una constitución para el centro del país fueron los movimientos urbanos surgidos después del sismo de 1985; la organización estudiantil de 1986, encabezada por el Consejo Estudiantil Universitario que se opuso a una serie de reformas estructurales y académicas en la UNAM, y las elecciones presidenciales de 1988, los cuales generaron cambios en la participación social.
En la presentación del número cuatro de la revista Alegatos Coyuntural, efectuada en el Centro Cultural Casa Lamm, Huerta Jurado expuso que el propósito de la revista es analizar mediante artículos breves los problemas actuales y comentó que la presente edición aborda el proceso de integración de la Asamblea Constituyente y sus implicaciones en la elaboración de una Constitución democrática para la Ciudad de México.
El investigador aseveró que la Reforma Política de la Ciudad de México acarreó dificultades legales y políticas al establecer reglas muy rígidas para elaborar una nueva constitución al conformar la Asamblea Constituyente por 100 integrantes, de los cuales 60 fueron electos y 40 designados.
El docente aseveró que el reto de los integrantes electos por la vía del voto debe enfocarse en impulsar iniciativas ciudadanas para construir una constitución incluyente que rija el futuro de los habitantes de la ciudad.
En la actividad organizada por el Departamento de Derecho de dicha sede académica, participó el doctor John Ackerman, politólogo y académico de la UNAM, quien ubicó los orígenes de la Reforma Política de la Ciudad de México en la Revolución Mexicana.
Relató que Venustiano Carranza aprovechó la participación de Emiliano Zapata y Francisco Villa para crear un marco jurídico diseñado para la simulación. Es Carranza quien habilita “esta hipocresía generalizada arraigada en el constitucionalismo que vivimos hoy”.
Ahora, añadió, Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la Ciudad de México, cumple ese papel al intentar detener la fuerza política que adquirió MORENA en el centro del país; así como las protestas de maestros y jóvenes para establecer un régimen autoritario.
El académico criticó los movimientos revolucionarios del siglo XX que buscan en ese constitucionalismo revertir los efectos neoliberales.
Destacó la calidad de la publicación bimestral por ser “un proyecto promovido desde una de las instituciones de avanzada, progresista y crítica que tenemos en México”.
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