- El presidente de la Comisión de Vigilancia de la ASF, diputado Mario Alberto Rodríguez, destacó la importancia de sumar esfuerzos y sinergia a favor del uso eficaz y eficiente de los recursos públicos vinculados con la rendición de cuentas.
Por: Redacción/
La Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) recibió por parte del rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, y del presidente de la junta de Patronos de la máxima casa de estudios, el documento que contiene su “Cuenta Anual 2020”.
El presidente de la Comisión de Vigilancia de la ASF, diputado Mario Alberto Rodríguez Carrillo (MC), destacó la importancia de sumar esfuerzos y sinergia a favor del uso eficaz y eficiente de los recursos públicos vinculados con la rendición de cuentas y control de los mismos, y a la promoción de la educación superior de calidad que atinadamente presta la Máxima Casa de Estudios.
Reconoció a la UNAM y sus autoridades la disposición para realizar esta entrega de información, misma que será tomada en cuenta para la fiscalización superior y los resultados que deriven. “Sigamos construyendo puentes que impulsen las funciones legislativas y de rendición de cuentas”, apuntó.
Afirmó que la Comisión dejará testimonio de la forma en que la Universidad Nacional Autónoma de México hace un esfuerzo por no sólo rendir cuentas, sino por promoverla, así como la transparencia en las instituciones de educación superior. Es un ejercicio saludable que lo vemos con muy buenos ojos, aseguró.
Sobre la reorientación de los recursos, refirió que la agenda pública en los próximos meses tendrá que registrar, como lo hicieron los hospitales, procesos de reconversión, cuya reorientación de los fondos se destinará a áreas prioritarias bajo la pandemia o contingencias que podemos sufrir en un futuro inmediato.
“Es una lección que hemos aprendido y que tenemos que flexibilizar en términos de la rendición de cuentas, porque ahí habrá que hacer ajustes, tendríamos que estar atentos para dar las facilidades a las universidades públicas para que lleven a cabo estos procesos”, apuntó.
El Auditor Superior de la Federación, David Rogelio Colmenares Páramo, refirió que en un año difícil hay recursos que no se han gastado, no se han ahorrado, pero que en la normalidad tendrán que potenciarse porque sirven para la formación de las jóvenes generaciones que permitirán al país e instituciones de educación superior y a las de fiscalización fortalecer y mejorar su trabajo
Es evidente que la rendición de cuentas es fundamental y más cuando es de una institución como la UNAM, en la coyuntura actual del país con la exigencia social de atajar la corrupción y opacidad, así como diversas ineficiencias de los entes públicos, la labor fiscalizadora y rendición de cuentas en centros de educación superior es fundamental para asegurar la educación
La fiscalización superior es un aliado para fortalecer la rendición de cuentas no sólo de la UNAM, sino de todas las instancias de educación superior en México, porque es una medida preventiva para orientar a las instituciones a conocer sus riesgos para mitigarlos a través de estructuras estratégicas y dispositivos eficaces de evaluación, detección y corrección de fallas y vicios administrativos, para promover áreas de oportunidad que consoliden la salud financiera de las instituciones y del Estado que permitan enseñar mejor, investigar e innovar para los estudiantes
Resaltó la voluntad de colaborar hacia la transparencia y sistematización de políticas y controles contra riesgos de corrupción y en favor de la rendición de cuentas. Es un esfuerzo fundamental en cumplimiento en tiempos no normales.
Al hacer uso de la palabra, el doctor Enrique Graue Weichers, rector de la UNAM, señaló que con esta entrega se atiende al compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas claras y oportunas a la sociedad mexicana. “A nombre de la Universidad reitero el compromiso de seguir atendiendo cuentas con total transparencia y con la austeridad que obliga las circunstancias actuales”.
Dijo que este evento “es la conclusión de un proceso de permanente vigilancia y ejecución de los recursos públicos que nos otorga la federación y que año con año están sujetos a un ejercicio constante de transparencia y supervisión”. Además, es resultado de un gran esfuerzo de cumplimiento a la normatividad y a un ejercicio austero y escrupuloso de los recursos otorgados.
Añadió que los ingresos propios generados por servicios que presta la Universidad, sufrieron una importante disminución debido al cierre de instalaciones y a la disminución de actividades. Expresó que en 2020 las actividades no esenciales se fueron a distancia, lo que obligó a reordenar el gasto; reorientar los recursos económicos a conceptos que no estaban previstos, como desinfección de instalaciones, pruebas diagnósticas, sustentar el desarrollo científico y tecnológico, y ampliar la capacidad de enlace y conectividad entre estudiantes y profesores.
Precisó que para combatir la brecha de desigualdad que imponía el trabajo a distancia, subrayó, se establecieron 14 centros de acceso a computadoras, que llamamos PCPUMAS, para el préstamo gratuito de notebooks y tabletas con servicio de internet móvil incluido, así como becas de conectividad a estudiantes de escasos recursos.
Al hacer entrega de la Cuenta Anual 2020, el presidente de la Junta de Patronos de la UNAM, Othón Canales Treviño señaló que los egresos totales de la Universidad en 2020 fueron 45 mil 527.7 millones de pesos, de los cuales 21 mil 280.4 millones (47.3 por ciento) se destinó a la docencia en educación superior, para atender a 248 mil 442 estudiantes y 30 mil 634 alumnos de posgrado, a través de la oferta de 130 carreras profesionales.
Además, seis mil 292.4 millones de pesos se destinaron a la docencia en educación media superior, donde se atendieron 111 mil 569 alumnos, de los cuales 35 mil 41 fueron de nuevo ingreso; a la investigación, se destinaron once mil 905 millones de pesos lo que dio lugar a 12 mil 31 productos de investigación y un incremento en la plantilla de investigadores de 59 plazas; a la extensión Universitaria se destinaron tres mil 464 millones de pesos y a la gestión institucional se destinaron 2 mil 64.8 millones de pesos.
Explicó que los gastos no previstos fueron las 25 mil tabletas que se adquirieron con 8.5 GB de datos incluidos para préstamos a estudiantes que no cuentan con equipos propios; 12 mil becas de conectividad que incluyeron módem con 40 GB de Internet mediante tecnología celular para quienes no tuvieran la conectividad suficiente para seguir sus clases; 14 Centros de Acceso PUMA dotados por 4 mil 510 equipos de cómputo para atender a más de 20 mil alumnos de escasos recursos y pudieran seguir sus clases a distancia.
En total, considerando el subsidio del Gobierno Federal y los ingresos propios de la UNAM fueron de 45 mil 527.7 millones; casi 269 millones menos que en 2019. Explicó que el subsidio del Gobierno Federal en 2020 fue de 41 mil 319.5 millones de pesos; pero en los ingresos propios, “viene uno de los primeros temas fuertes de la pandemia, pues la merma que la UNAM tuvo en ingresos propios, pasó de seis mil 10 millones de pesos en 2019, a cuatro mil 209 millones, una reducción de mil 802 millones de pesos”.
Asistieron de manera virtual diputadas y diputados integrantes de la Comisión de Vigilancia de la ASF, y autoridades universitarias.
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