Por: Redacción/
La enfermera Laura Estela García Méndez, adscrita al Hospital General Regional (HGR) No.110 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, está convencida de que todos tenemos una misión de vida, la suya es atender a los derechohabientes en sus momentos más difíciles y cantarles a un lado de la cama para amortiguar su dolor, más aun en tiempos del coronavirus.
“Somos un instrumento y la verdad, me siento muy feliz de poder cantarles, por medio de mi voz transmitirles lo que yo siento. Trato de hacerlo espiritualmente, siempre respetando (sus creencias), les pido permiso y por lo general lo que canto es una alabanza. No lo sé explicar, pero sé a quién y en qué momento debo hacerlo. Todos podemos necesitar ese apoyo, pero hay quienes más”, aseveró.
Laura no tiene estudios formales de canto, pero lo practica desde hace ocho años y no duda en alegrar las tardes en el hospital. Los efectos han sido positivos: las personas reducen sus miedos, así como sus estados de ansiedad y depresión, además de liberar emociones que los afectaban, en su opinión.
“He visto llorar a pacientes hombres como bebés y eso me enternece. Yo les consigo un teléfono para que puedan hablar con sus familiares y se piden perdón, es muy emocionante. Una vez una señora me dijo que no sabía orar. La tomé de las manos y sus ojos se empezaron a cerrar, se quedó tranquila”, compartió.
Aunque asegura que es humano tener miedo frente a lo desconocido, porque esta emergencia sanitaria es algo distinto a lo que ha enfrentado durante sus 20 años de trayectoria institucional, procura estar bien para transmitirlo a los derechohabientes y toma fuerza de sus creencias.
“Hay que enfrentar el miedo, porque eso nos bloquea, nos hace cohibirnos. Yo empecé a orar mucho. Se siente una seguridad inmensa, te sientes protegido, el amor crece en ti y es el mismo amor que les das a los demás. Te hace darles una sonrisa, transmitirles esa seguridad. Primero tienes que estar bien tú”, finalizó García Méndez.
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