Por: Redacción /

 

En términos de salud, la mexicana es una población que ha dejado atrás las enfermedades infectocontagiosas y está en tránsito de padecer, con mucha mayor severidad, males crónico-degenerativos, que son “cada vez más difíciles y caros de atender”, subrayó el licenciado José Campillo García, presidente ejecutivo de la Fundación Mexicana para la Salud.

Durante el Primer coloquio internacional de núcleos de investigación, Desafíos y horizontes de la investigación de Enfermería: Segunda década del siglo XXI, realizado en la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), advirtió que la ausencia de medidas de prevención en la materia significará costos sociales, humanos y económicos insostenibles.

Por ejemplo, la atención integral de la diabetes puede costar hasta “362,000 millones de pesos anuales”.

Si no se advierte a la población que debe cuidar el peso y la alimentación, además de realizar actividad física “vamos a tener una hipoteca sobre nuestras vidas, pues de hecho tenemos a la primera generación que pudiera ver reducida su expectativa de vida”.

Ante tal panorama, la formación de profesionales de la enfermería deberá ser susceptible al cambio, de acuerdo con los paradigmas y el perfil epidemiológico de México, subrayó el licenciado Campillo García.

Para 2025 se necesitará formar alrededor de 700,000 especialistas de la salud en el país, en los distintos niveles de licenciatura, maestría y doctorado, la mayoría de los cuales provendrá del campo de la enfermería: “estamos hablando de una generación de más de 100,000 profesionales por año”, lo que representa un reto para el sector de la salud.

La doctora María Alberta Jiménez, presidenta de la mesa directiva de la Academia Nacional de Enfermería de México e investigadora del Departamento de Atención a la Salud de la Unidad Xochimilco, afirmó que “quienes hacemos la ciencia interactuamos de manera interdisciplinaria para responder a las necesidades de la sociedad”.

En esa medida, agregó, las soluciones a los problemas de salud que enfrenta el país, requieren de la colaboración de todos los que intervienen en el desarrollo de una sociedad saludable.

La doctora Bertha Cecilia Salazar González, investigadora de la Universidad Autónoma de Nuevo León, dijo en entrevista que uno de los retos de la enfermería es aprender a aproximarse de mejor manera a la realidad de quienes enfrentan problemas de salud y obtener mejores resultados, “más allá de lo que el profesional les diga lo que deben hacer”.

En el caso de la diabetes, por ejemplo, la atención implica controlar los medicamentos y la alimentación, hacer ejercicio y checar la glucosa, sin embargo hay factores como la rutina laboral que en muchos casos impide al paciente poner cuidado a esas revisiones.

Las instituciones de salud no reconocen la profesionalización de la enfermería porque “absorben al personal con la talacha”, pero algunas ofrecen formación profesional no sólo de licenciatura sino de maestría y doctorado, como las universidades de Guanajuato y autónoma de Nuevo León.

Con la participación de especialistas de México, Brasil y España, el coloquio tuvo como ejes temáticos los retos institucionales de la docencia y del alumnado, la enfermería en las diversas etapas de la vida, Clínica: intervención del proceso enfermero y Salud Pública, equidad y cobertura.