Por: Redacción/
El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), de la Cámara de Diputados, reveló que las enfermedades atribuibles al consumo del tabaco tienen un impacto negativo en las finanzas públicas estimado en 42 mil millones de pesos (mdp). Mientras se destinan para su atención 81 mil 132 mdp, solo se recaudan 39 mil 123.6 mdp por concepto de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
“El gasto ocasionado por enfermedades relacionadas con el tabaquismo no podría ser cubierto con el monto captado por el IEPS a estos productos, pues sólo se recaudan 47 centavos de cada peso gastado en la atención a padecimientos relacionados”, añadió.
Indicó que en México, la industria tabacalera utiliza 5 por ciento de la superficie cultivada, participa con el 0.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y el 0.2 por ciento de la producción manufacturera, además de ocupar al 0.06 por ciento de los empleados de este sector. En contraste, su consumo genera múltiples enfermedades cuyo costo para el gobierno representa el 0.4 por ciento del PIB.
En el documento “El Tabaquismo y su efecto en las Finanzas Públicas: 2007-2017”, el CEFP puntualizó que a raíz del último incremento en las tasas y las políticas públicas implementadas para evitar su consumo, se redujo temporalmente la venta de estos productos; no obstante, en el mediano plazo se observa que estas medidas perdieron efecto al recuperarse de manera significativa la venta y consumo de cigarros y tabacos labrados.
Por ello, la forma más eficaz para combatir su consumo es incrementar la proporción de los impuestos como porcentaje del precio, lo cual es compatible con las mejores prácticas internacionales y característico de los países con políticas públicas exitosas en materia de control del tabaco.
Mencionó que la evolución de las estadísticas de la industria tabacalera, muestran que el incremento en los precios de los cigarrillos está asociado directamente al aumento de los impuestos, como sucedió durante la reforma de 2010, “pero esto no ha permeado en la demanda o el consumo, así que se debe realizar una serie de cambios que inhiban este comportamiento”.
El CEFP argumentó que sólo el 45.4 por ciento del gasto en salud asociado al tabaquismo tiene una contraparte en los ingresos por IEPS. Por lo anterior, y dados los problemas de salud pública atribuibles a este producto, “es importante revisar si la estructura impositiva vigente es una estrategia suficiente para reducir su consumo y en consecuencia, si con ellas se combaten las implicaciones asociadas al mismo”.
De acuerdo con una investigación del Pan American Journal of Public Health (2016) el tabaquismo representa la primera causa de mortalidad prevenible; según este documento para el periodo 2010-2050, habrá 400 millones de muertes relacionadas con el tabaco en todo el mundo; sin embargo, el 80 por ciento se producirá en países de bajos y medianos ingresos.
Los principales factores que inciden en el mayor número de muertes relacionadas con el tabaco en adultos, son la enfermedad cardiaca coronaria y no coronaria, la EPOC, neumonía e influenza, cáncer de pulmón y otras nueve neoplasias.
El documento detalla que en países latinoamericanos, a lo largo del 2015 se observaron diferencias importantes en la tasa de mortalidad por motivos atribuibles al consumo del tabaco, para diferentes categorías de problemas de salud; con excepción de Bolivia, Chile y Perú, donde las patologías cardiacas fueron responsables de la mayor proporción del costo sanitario.
En México se presenta una mayor incidencia en problemas como el infarto agudo al miocardio con 105.8 muertes por cada 10 mil personas, seguido por los accidentes cerebrovasculares con 46.2 muertes y la neumonía e influenza que alcanzan 28.9 muertes por cada diez mil personas. Los costos de las enfermedades asociadas al tabaquismo ascienden a 34 por ciento del costo total de salud pública en México.
Conforme al mencionado estudio, las enfermedades cardiacas y la EPOC fueron las responsables del mayor gasto atribuible al tabaquismo, el cual ascendió a 54 mil 873 millones de pesos.
Los mismos datos estratificados por sexo, muestran que el 81.2 por ciento se dedica para la atención de pacientes del sexo masculino, mientras que el 18.8 por ciento para pacientes del sexo femenino. En este sentido, “se aprecia que la prevalencia del tabaquismo en personas del sexo masculino eleva los costos de los problemas de salud atribuibles a este padecimiento”.
El CEFP argumenta que la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) 2016-2017, menciona que en México el inicio promedio del consumo de tabaco es a los 19 años, y de los individuos entre 12 y 65 años, los fumadores representan el 17.5 por ciento; de este total, 74.5 por ciento son hombres y 25.5 por ciento mujeres.
Del total de los fumadores, 78.3 por ciento declaró tener interés en dejar de fumar y 48.1 por ciento realiza la compra por unidad (cigarros sueltos). Esta proporción aumenta a 75.7 por ciento entre los fumadores de 12 a 17 años.
Conforme a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de tabaco en el mundo provocó la muerte de más de 7 millones de personas durante el año 2017, mientras en México las estimaciones de mortalidad prematura, atribuible al tabaquismo, indican que el consumo de tabaco es responsable de entre 25 mil y 60 mil decesos anuales; además, casi 11 millones de mexicanos que nunca han fumado (26 por ciento de los hombres y 22 por ciento de las mujeres), están expuestos al humo de tabaco de segunda mano en lugares públicos.
“Esto se ha traducido en un gasto en los servicios de salud especializado en enfermedades respiratorias en el país para los fumadores pasivos de 9 mil 521 mdp, de acuerdo con la información disponible en la Organización Panamericana de la Salud para 2015”, añade el Centro de Estudios.
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