Por: Redacción/
Raúl Pérez Bedolla, Secretario General de la Alianza Campesina del Noroeste, advirtió que en los últimos cuatro años se estancó el precio por tonelada de maíz en 3,800 pesos que se le pagan al productor nacional en el ciclo otoño-invierno 2017-2018, por lo que demandó definir nueva estructura de costos y de precios para los granos básicos.
La producción del ciclo agrícola Otoño – Invierno, representa un 21.5% de la producción nacional de maíz blanco y amarillo que hace un total de alrededor de 23.5 millones de toneladas de maíz en los dos ciclos agrícolas, ocupando una superficie de cosecha de 7.5 millones de hectáreas para maíz blanco y amarillo.
Hizo ver que los costos de producción en las entidades más tecnificadas rondan en los 35 mil pesos por hectárea mientras en el sur sureste oscila de 12 a 16 mil pesos por hectárea.
De ahí que, destacó el dirigente de ALCANO, México se perfile en este año para ocupar el primer lugar como importador de maíz al importar 16 millones 500 mil toneladas, tanto de maíz amarillo como blanco y con ese volumen de grano el país rebasaría a la Unión Europea y a Japón en la compra de ese cereal en el exterior.
Recordó que tan sólo entre 1985 y 2011 se dejaron de sembrar 2.5 millones de hectáreas, lo que a su vez ha generado que la importación de alimentos sea cada vez mayor. De 2007 a 2012 las importaciones de alimentos fueron 65.5 por ciento superiores a las del sexenio 2000-2006.
En este año se repunta en las compras al exterior de este grano donde México es país originario y cuenta con más de 60 variedades de maíz nativo.
Asimismo urgió establecer un nuevo pacto entre los pequeños productores y los industriales sobre la repartición de la riqueza que puede ser por dos vías: un mejor precio y quitar los subsidios a los grandes comercializadores.
En ese sentido, el dirigente campesino mencionó que de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), México compra del extranjero 43 por ciento de los alimentos que consume y es el segundo país importador de alimentos per cápita después de Japón.
Dejó en claro que por lo anterior la preocupación es la producción de granos básicos y oleaginosas de tal forma que se requiere una definición de política pública y no caer en excesos de confianza como sucedió con el Tratado de Libre Comercio.
Es más, afirmó el Secretario General de ALCANO, el Senado de la República aprobó, hace unas semanas, modificaciones al artículo 183 de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable para garantizar la soberanía alimentaria e implementar medidas orientadas a fortalecer el sector agropecuario.
Por ello, es el momento establecer políticas públicas para fomentar la producción de granos básicos y entender que producir es mucho más que obtener 1000 kilos de maíz; es generar empleo, dar seguridad alimentaria, es manejo de la parcela.
Es incorporar más de 1 millón de hectáreas o que no están utilizadas o están subutilizadas porque están marginadas de los programas de apoyo.
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