Por: Redacción/
Nosotros, en todo el mundo, estamos frente a una clase política sumamente despreciable, una “ekistrocracia”, dijo en la UNAM Michelangelo Bovero, académico de la Universidad de Turín.
En el seminario “Democracia: una gramática contra las apariencias”, realizado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), explicó que la palabra “ekistocracia” es compuesta, no existe en los diccionarios. “Cracia” es poder, y “kakos”, un superlativo de malo o negativo.
“En nuestro uso común del lenguaje, malo o negativo puede tener dos interpretaciones, una más fuerte, más contundente, como ‘malo’, que se refiere a los malvados, a los que hacen daño; la otra interpretación es “negativo”, que significa ‘sin valor’, ‘despreciable’”.
Las dos dimensiones conviven, tal es así que “kakos” tiene dos superlativos lingüísticamente distintos: “kakistos”, de donde sale kakistocracia; y el otro es un término que se encuentra en el diccionario gallego, que es “ekistos” y significa “sumamente despreciable”, de ahí la “ekistocracia”, subrayó.
En el aula de seminarios Guillermo Floris Margadant, aseguró que Donald Trump es la “ekistocracia” en un solo individuo: “burdo, rico, ignorante y con un enorme déficit mental”.
Con los anteojos descansados sobre su nariz aguileña, de traje gris impecable en consonancia cromática con su capilaridad, el pensador italiano confesó que sólo ahora, en el umbral de su séptima década de vida, ha comprendido lo que ha escrito.
Volver a lo básico
En el encuentro, en homenaje al filósofo y politólogo, coorganizado con el Instituto Nacional Electoral (INE) y la Universidad de Tlaxcala, intervino también Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del INE, quien aseguró que la ruta a seguir en el ámbito de la democracia en México es “volver a lo básico”.
Es fundamental reivindicar a los partidos políticos, tener elecciones libres, incluyentes e iguales, además de resarcir los derechos políticos y sociales, pero no hay que caer en las falsas ilusiones, expresó al referirse a las nuevas propuestas para salvar a la democracia en el mundo.
“Hay tentaciones de que llegará la ‘e-democracy’ con las redes sociales, tan en boga, pero no hemos visto que algún país de la ‘Primavera Árabe’, por ejemplo, tenga democracia”, expuso.
En su oportunidad, José Woldenberg, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), indicó que actualmente hay dos finalidades entrelazadas en la competencia democrática: demeritar al adversario y aparecer como la encarnación de todas las buenas conductas políticas.
“Como bien escribió Bovero, ésa es una cara de la política, la otra tiene que ver con la necesidad de trascender el conflicto y hacer gobernable la vida pública, y eso lo entendieron los partidos más implantados luego de las elecciones del 2012, ya que ninguno contaba con los asientos suficientes en el Congreso. La aritmética democrática es contundente”.
Estamos envueltos en unas elecciones ríspidas, polarizadas y tensas; en el momento del conflicto agudo, de las descalificaciones mutuas en la lucha por los cargos de gobierno y legislativos. “Seguimos evaluando a la colaboración como sinónimo de transa, y al acuerdo como algo indigno”, concluyó.
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