Por: Redacción

La diputada Angélica Reyes Ávila (Nueva Alianza), integrante de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables, señaló que en México las personas con discapacidad son el sexto grupo más discriminado y más de la mitad no acude a la escuela, por lo que debe ser tarea del Estado mexicano visibilizarlas e incluirlas en las escuelas, en igualdad de condiciones.

Por ello, propuso reformar la Ley General de Inclusión de las Personas con Discapacidad, para que la Secretaría de Educación Pública promueva el derecho a la enseñanza en condiciones de igualdad sustantiva y prohíba cualquier segregación en los planteles escolares.

La legisladora subrayó que los niños, jóvenes y adultos con discapacidad son víctimas de un planteamiento que favorece su segregación y marginación del Sistema Educativo, porque suelen recibir la educación primaria en centros “especiales”, separados, en los cuales muchas veces no disfrutan de la misma gama de actividades académicas y lúdicas que la población infantil en las escuelas generales.

Subrayó que la discriminación más frecuente que sufren es la segregación de las escuelas regulares, a pesar de que son el espacio público idóneo para que el Estado impulse condiciones de igualdad entre estas personas, a fin de que todos tengan las mismas oportunidades que permitan abatir desigualdades sociales, marginación y pobreza.

En su iniciativa, la diputada estimó que al prohibir la segregación, aislamiento o separación de las personas con discapacidad de los planteles del Sistema Educativo Nacional se está en posibilidad de que asistan a la escuela más cercana a su casa.

Reyes Ávila refirió que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID 2014), en México hay 7.2 millones de personas con discapacidad, lo que representa el 6 por ciento de la población total y, de éstas, cuatro de cada 10 son niños y adolescentes.

La brecha para la inclusión educativa de las personas con discapacidad en México aún es muy amplia; la misma encuesta arrojó que sólo acuden a la escuela 46.5 por ciento de niños, adolescentes y jóvenes con discapacidad de 3 a 29 años de edad; es decir, más de la mitad de personas que presentan algún tipo de discapacidad no están matriculadas.

Destacó que la educación representa la vía de entrada a una participación plena en la sociedad, y es particularmente importante para los menores con discapacidad, a quienes a menudo se les excluye. Por ello, resaltó la importancia de aprovechar las capacidades, conocimientos y contribución que pueden hacer las personas con esta condición a la sociedad y al desarrollo del país.