Por: Redacción
En México, 66.7 por ciento de los adultos, fumadores y no fumadores, apoya incremento de los impuestos a los productos de tabaco, en tanto que 84 por ciento respalda la prohibición total de su publicidad, promoción y patrocinio, de acuerdo con la Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos (GATS) 2009-2015.
Durante la mesa de trabajo “Políticas Públicas para el Control del Tabaco”, Luz Myriam Reynales Shigematsu, jefa del Departamento de Investigación sobre Tabaco del Instituto Nacional de Salud Pública, indicó que el aumento en el precio del tabaco pasó de 43 a 46.7 pesos de 2009 a 2015. Dicha medida tuvo un efecto positivo en la reducción al consumo, por lo que es necesario continuar su incremento.
Señaló que en el país hay un total de 14.3 millones de fumadores de tabaco, la mitad fuma a diario, mientras que el resto de manera ocasional. Los primeros consumen un promedio de 7.7 cigarros por día, los hombres ocho y las mujeres seis.
Resaltó que cuatro de cada 10 pensaron en dejar de fumar debido a las advertencias sanitarias que contenían las cajetillas de cigarros, sobre todo a partir de que incluyeron pictogramas, en septiembre de 2010.
Respecto a los avances en la legislación en términos de la prohibición de la publicidad, mencionó que se logró una disminución leve en lo referente a puntos de venta; sin embargo, no es estadísticamente significativa, en virtud de que la industria tabacalera ha diversificado sus estrategias de promoción.
Resaltó que la exposición al humo de tabaco continúa siendo alta, principalmente en bares y centros nocturnos, los cuales son frecuentados principalmente por jóvenes. En tanto, en los hogares se presentó una reducción de 17.3 por ciento a 12.6 por ciento.
Mencionó que un fumador gasta alrededor de 297.2 pesos al mes en cigarros manufacturados.
Respecto a la prevalencia en el consumo de este producto, señaló que de 2009 al 2015 no se presentaron cambios significativos, por lo que es indispensable implementar las medidas de control que reduzcan en un 30 por ciento el número de consumidores.
Otro indicador que presentó la encuesta, detalló, es que 5 de cada 10 fumadores intentaron dejar de fumar en los últimos 12 meses, 56.9 por ciento, por lo que se requieren implementar medidas y estrategias para apoyarlos.
Precisó que 98.1 por ciento de los adultos cree que fumar causa serios daños a la salud, y 93.4 por ciento apoya la prohibición de fumar en espacios cerrados públicos y de trabajo.
Destacó que algunas recomendaciones para reducir el consumo del tabaco son: fortalecer la Ley General para el Control del Tabaco, con el propósito de prohibir totalmente su publicidad, promoción y patrocinio tanto directa como indirectamente. Dicha medida, enfatizó, tiene dos impactos, prevenir el inicio del consumo de tabaco en los adolescentes y evitar que los ya fumadores continúen su adicción.
Adoptar una ley nacional que promueva que todos los ambientes cerrados sean 100 por ciento libres de humo de tabaco, donde incluyan el transporte público, las instalaciones de hospitales, bares y restaurantes, así como lugares de trabajo.
Incrementar el impacto visual en las cajetillas, al imprimir pictogramas en ambas caras, frontal y posterior, en un tamaño mínimo de 50 por ciento; además, promover la cesación tabáquica a partir de tratamientos médicos que ayuden a coadyuvarlo.
La implementación correcta y sostenida de todas estas medidas, agregó, permitirá reducir hasta 25 por ciento la mortalidad prematura por enfermedades crónicas como las cardiovasculares, infartos al miocardio, enfermedades cerebro-vasculares y todos los tipos de cáncer y diabetes.
De la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), María José Martínez Ruiz, coincidió en que es urgente reformar la Ley General para el Control del Tabaco; además, exhortar a una mayor participación legislativa y del sector salud, para que se atienda oportunamente a los adictos al tabaco.
Las metas y compromisos de la Conadic, a partir de los resultados de la encuesta, se basan en proporcionar información y concientización respecto al consumo del tabaco y generar servicios de cesación y promoción de espacios libres de humo de cigarro.
Destacó que este año se tiene la responsabilidad de sensibilizar a 450 mil personas, 213 mil jóvenes y 246 mil adultos, sobre los riesgos y daños que implica el consumo de tabaco.
Se comprometieron 600 mil pruebas de tamizaje para la detección temprana de consumo del cigarro a nivel nacional y se atenderán con tratamiento farmacológico un total de 40 mil 200 pacientes y 167 mil en servicios de cesación con terapia psicológica, así como la capacitación de 5 mil 198 profesionales de la salud en programas de cesación de tabaquismo.
Asimismo, refirió, se comprometió al logro de 15 mil espacios libres de humo de tabaco para el 2016 y, con el apoyo de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), en el periodo 2016- 2018 habrá 17 mil 948 verificaciones sanitarias en materia de estos espacios libres de humo de tabaco.
Entre las metas y compromisos derivados de la Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos, México 2015, subrayó, a la Conadic le corresponde impulsar acciones de prevención y tratamiento desde el sector público, social y privado, a fin de impactar de manera significativa en la población.
De esta manera, se podrá evitar o retardar la edad de inicio en el consumo de tabaco, hacer que las personas consumidoras lo abandonen, mejorando los servicios de tratamiento, homologando un modelo de tratamiento en todas las clínicas y centros de interacción infantil, además de proteger a los no fumadores de la exposición al humo.
De la Fundación Interamericana del Corazón, Erick Antonio Ochoa destacó que existe una gran exposición de menores al humo de tabaco en bares y centros nocturnos. Es una amenaza para la normalización en su consumo, ya que en muchos casos no les exigen que presenten una identificación para acreditar la mayoría de edad, advirtió.
“Justo es ahí donde la industria tabacalera se está aprovechando para normalizar el consumo y disminuir la edad en que inician con la adicción, por lo que es urgente adoptar mejores políticas públicas para el control del tabaco no sólo en México, sino en América Latina y el Caribe”, planteó.
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