Por: Redacción
Con el fin de determinar y aprobar las cualidades de los propóleos que se recolectan y distribuyen en México, y promover que en un futuro éstos sean destinados a la exportación, la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM puso en marcha el Laboratorio de Análisis de Propóleos, primero en su tipo en el país.
Sin considerarse un fármaco, el propóleos contribuye a reforzar el sistema inmune y a prevenir problemas respiratorios y sus consecuencias. Estudios científicos han demostrado que posee propiedades antioxidantes, antimicrobianas y antifúngicas, que dependen del origen botánico, composición química y zona geográfica de recolección.
Por sus atributos terapéuticos, cada vez crece más el interés por adquirir esta resina apícola; sin embargo, existen algunos problemas con la validez o actividad biológica que se adjudica a los productos derivados, que se comercializan particularmente en tiendas naturistas.
Ante la situación, un grupo de expertos, encabezado por Tonatiuh Cruz Sánchez, de la FES Cuautitlán, junto con académicos de FES Iztacala y de la Universidad Autónoma de Campeche, impulsan la Norma Oficial Mexicana sobre Producción y Procesamiento de Propóleos, cuyo anteproyecto fue publicado recientemente en el Diario Oficial de la Federación.
Importancia económica
Tonatiuh Cruz refirió que a escala mundial la venta anual de propóleos alcanza unos seis mil millones de dólares. Los principales exportadores de esta resina son los países latinoamericanos, pero México no forma parte de este bloque (aunque sus productos son de calidad y superan los parámetros internacionales) debido a la falta información, capacitación y producción nacional.
El costo promedio de un kilogramo de propóleos en nuestro territorio es de 750 pesos, mientras que su precio internacional es de 100 dólares. “Hicimos un estudio y al diluir y envasar en goteros el propóleos, por cada kilogramo se obtendría un beneficio de hasta cinco mil pesos, en promedio, lo que representaría una ganancia para el apicultor de poco más de 4 mil pesos”, ejemplificó.
Betsabé Rodríguez, estudiante de doctorado en la FES Cuautitlán y encargada de los procesos de caracterización físico-química para estandarizar esta resina mediante pruebas que garantizan su calidad, comentó que una parte importante de los apicultores desconocen el beneficio económico que podría redituarles el procesamiento y venta de este producto. “Buscamos que su esfuerzo no sólo se centre en la producción de miel, sino que diversifiquen su mercado”.
Norma Oficial
Luego de una revisión bibliográfica, que formó parte de la tesis de maestría de Betsabé, el grupo de universitarios se percató de que en el país no hay una norma oficial que se encargue de estandarizar la calidad de los propóleos, como existe para la miel.
Por ello, impulsan la Norma Oficial Mexicana sobre Producción y Procesamiento de Propóleos, cuyo objetivo es evaluar su calidad física y química a escala nacional y estandarizar la producción, recolección y procesamiento.
Esta propuesta fue hecha por Guillermo Penieres Carrillo, Raúl García, Betsabé Rodríguez y Liborio Carrillo Miranda, de Cuautitlán, en colaboración con Margarita Canales Martínez, de la FES Iztacala, y Roberto Martínez, de la Universidad Autónoma de Campeche.
Tonatiuh Cruz indicó que los beneficios de ambas propuestas (el laboratorio y la norma oficial) impactarán a nivel nacional, en particular a los apicultores. “En la FES Cuautitlán se ubica el primer laboratorio de México que ofrece estas pruebas y brinda servicio al público. Después del proceso de evaluación el solicitante recibe un documento de validación”.
El laboratorio se encuentra en proceso de autorización por parte de la Sagarpa, lo que demostrará la competencia técnica y la confiabilidad de sus resultados. Además, el grupo de especialistas que participan en esta labor tiene más de una década de investigación con propóleos,
Las evaluaciones se realizan en el laboratorio de Microbiología de la Unidad de Investigación Multidisciplinaria (UIM) de la FES Cuautitlán, en el campo cuatro. Los solicitantes del servicio deben enviar al menos 50 gramos de propóleos en greña o en bruto, protegidos de la luz, con el nombre, dirección, teléfono y/o correo electrónico del apicultor, así como la fecha de cosecha y técnica de recolección.
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