Por: Redacción
Francia ha sido un país modelo en cuanto a los derechos de los trabajadores, no obstante, esto ha sido cuestionado a raíz de recientes reformas a las leyes, en detrimento de las relaciones laborales y en las cuales los migrantes son quienes más padecen la precarización, sostuvo la doctora Adelina Miranda.
La antropóloga de origen italiano dictó la conferencia Reflexiones sobre la precarización en Francia a partir de las migraciones en la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en la que consideró que no es posible reconstruir todo el proceso migratorio en el país galo, pero sí entender su evolución con una mirada socio-antropológica que tome en cuenta que el éxodo ha sido muy alto, incluso más que en Estados Unidos.
Invitada por el Posgrado en Ciencias Antropológicas, coordinado por la doctora Ángela Giglia Ciotta, la también socióloga expuso que los desplazamientos humanos de acuerdo con la nacionalidad no son homogéneos, ya que los flujos responden a una mezcla de razones económicas y políticas, por ejemplo, en las décadas de 1920 y 1930, muchos italianos llegaron a Francia para huir del nazismo, como sucedió con los españoles que escaparon de la dictadura militar franquista y de la Guerra Civil Española.
Los exiliados que llegaron entre 1930 y 1950 eran trabajadores especializados en las fábricas grandes y no eran considerados migrantes en esos momentos, afirmó la experta en movimientos de las poblaciones en Europa, en particular en el área del Mediterráneo.
Hacia 1950 se formaron ciudades miseria, y progresivamente, hubo nuevas políticas del Estado francés para hacer viviendas de interés social, primero las construían sólo para hombres desplazados que llegaban solos, después para familias a renta moderada, por lo que es una de las naciones que más ha edificado ese tipo de hogares para los obreros.
En 1960 hubo traslados de argelinos y marroquíes, pero como esos países todavía no se habían independizado de Francia, no eran calificados inmigrantes, sino ciudadanos de un país colonizado.
Con la crisis del petróleo en 1970 hubo una desestabilización en los países europeos que los obligó a bloquear sus fronteras durante tres meses, lo cual provocó que el movimiento de ida y vuelta de los obreros argelinos fuera imposible, por lo que muchos decidieron quedarse en tierras francesas de manera permanente.
Entonces se dio un asentamiento de su presencia en el país y prácticamente a partir de ahí las fronteras no han vuelto a abrirse. En 1980 la empresa automotriz Renault albergaba 80 por ciento de migrantes entre la planta de trabajadores, incluso en esa época se facilitaba su llegada, ya que la consideraban un éxodo temporal y funcional para la economía francesa.
El Estado y las empresas promovían el desplazamiento, por ejemplo, para emplearlos en las compañías mineras; los migrantes no tenían todos los derechos laborales, pero sí algunos como seguridad social y sindical.
Entonces había un mercado de trabajo dual, explicó la antropóloga, uno para los autóctonos, con todos los derechos porque son nacionales, y otro para los exiliados, con salarios mucho más bajos y con las condiciones más precarias del mercado.
En los años recientes se presenta también una nueva figura, la de los indocumentados, que no tienen papeles pero asumen cada vez más un rol fundamental en el ámbito del trabajo, en particular en los sectores de servicio y construcción, por lo que alguien que pide asilo político y se lo niegan, pasa al status de indocumentado y entonces entra de manera irregular y en condiciones precarias.
El vínculo entre política económica y migratoria en la Unión Europea produce el denominado Ejército Industrial de Reserva que está conformado por mano de obra disponible para entrar al mundo laboral con salarios muy bajos, por lo que es importante destacar que el fenómeno de las migraciones conlleva nuevas configuraciones que deben ser estudiadas desde una visión antropológica y social.
El doctor Antonio Zirión Pérez, jefe del Departamento de Antropología de esa sede académica, resaltó que el desplazamiento es un fenómeno que siempre ha existido, pero en la actualidad ha cobrado una relevancia crucial en la agenda política internacional, por lo que debe tratarse académicamente y no dejarse llevar por los discursos mediáticos o políticos sobre el mismo.
No Comment