Por: Redacción
Con El Gran Encuentro con el Ajedrez Educativo UNAM 2016, la Universidad Nacional celebra al juego ciencia como “la creación de un instrumento educativo, cultural y social”, afirmó el rector Enrique Graue Wiechers.
Se trata de una herramienta de aprendizaje que contribuye al desarrollo de nuestras capacidades cognitivas: aumenta nuestra concentración, mejora la memoria, potencia la capacidad de planear, imaginar, analizar, calcular, sintetizar y tomar decisiones, dijo.
Además, precisó al inaugurar el encuentro en la Sala Nezahualcóyotl, es una actividad que nos enseña a respetar a nuestro contrincante, a intentar comprenderlo, a prever sus movimientos; también, a mejorar, a buscar distintas soluciones, a disfrutar las victorias y aprender de las derrotas.
En el tablero, abundó el rector, se enfrentan dos inteligencias, dos capacidades distintas de concentración, abstracción e imaginación. Durante el tiempo que demora una partida, en 64 casillas, con 32 piezas y un número inconmensurable de combinaciones, en realidad hay un enfrentamiento intelectual.
En el Centro Cultural Universitario expuso que hasta este domingo se registrará una intensa actividad ajedrecística “que nos situará en un excepcional punto de inflexión para pensar y entender este juego como un factor de integración social, como un instrumento de convivencia y como una lección de humildad”.
Por último, agradeció la participación de Garry Kasparov, y a la Secretaría de Atención a la Comunidad Universitaria, a la Dirección General del Deporte Universitario y a la Fundación Kasparov su colaboración para la organización del encuentro.
Leontxo García Olasagasti, experto en ajedrez educativo, sostuvo que las enseñanzas, los valores y las habilidades que transmite este juego encajan en los requerimientos de la educación del siglo XXI.
Recordó que la Fundación Kasparov de Ajedrez para Iberoamérica se creó en México en 2013, bajo la presidencia de Hiquíngari Carranza; desde ese año se ha alfabetizado en ajedrez a miles de docentes en varios países. Dentro de un año, lo habremos hecho con más de 10 mil profesores mexicanos.
Los alumnos de ajedrez educativo, indicó, desarrollan más su inteligencia, incluida la emocional, y mejoran su rendimiento académico, sobre todo en matemáticas y comprensión de lectura. El juego ciencia les fomenta la responsabilidad, autocrítica, planificación y pensamiento lógico.
Pero también tiene aplicaciones sociales y terapéuticas; funciona con niños hiperactivos y con autismo, con personas con discapacidad, especialmente visual, y se usa en la rehabilitación de drogadictos.
Como parte de las actividades de la Fundación, “ofrecí 16 conferencias en cinco días a 900 presos en el penal de máxima seguridad del Altiplano, con el mensaje de que el ajedrez enseña a pensar en las consecuencias de lo que vas a hacer”.
César Astudillo, secretario de Atención a la Comunidad Universitaria, dijo que en el ajedrez no interviene el azar, sino la estrategia y la táctica. Es también un preventivo para enfermedades como el Alzheimer, pues representa una gimnasia de la mente que mantiene en forma las conexiones neuronales. También nos entrena para ser mejores tomadores de decisiones.
Las actividades a realizarse incluyen sesiones académicas, conferencias, presentaciones culturales y torneos, informó. Es bienvenido todo el público, de todas las edades, y desde principiantes hasta grandes maestros, como el renombrado excampeón mundial Garry Kasparov.
La difusión del ajedrez produce beneficios a toda persona y, en particular, será de utilidad para la comunidad universitaria. Ése es el propósito de la Universidad Nacional, concluyó.
Asistieron al acto Eduardo Guerrero, director General de Atención a la Comunidad, y Alejandro Fernández Varela, director General del Deporte Universitario.
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