Por: Redacción/

Ayer sábado en la Casa Refugio Citlaltépetl de la Ciudad de México, periodistas, escritores y familiares recordaron al escritor y periodista Javier Valdez Cárdenas con una lectura de obra titulada La Malayerba a 10 voces: Natalicio de Javier Valdez.

De esta forma se celebró el que sería el 51 aniversario del natalicio del periodista asesinado en 2017, fundador de Ríodoce —semanario donde publicaba su columna semanal “Malayerba”— y corresponsal del diario La Jornada en Sinaloa.

La Malayerba a 10 voces: Natalicio de Javier Valdez comenzó a las 18:00 horas con la participación de sus colegas Marta Durán de Huerta, María Verza, Mónica García Trujillo, Daniela Pastrana, Bianca Gaxiola, Rodolfo Naró, Froylán Enciso, Alejandro Almazán, Juan Veledíaz, Patrick Timmons, Jan-Albert Hootsen y Gilberto Dávalos.

La periodista mexicana Blanche Petrich abrió la sesión con la lectura de “El licenciado”, última crónica que Javier Valdez publicó en la columna semanal Malayerba, el día 15 de mayo de 2017, fecha en que fue asesinado en las calles de Culiacán, Sinaloa.

Le siguió el historiador sinaloense Froylán Enciso —especializado en la economía política de las drogas y la política mexicana— con la lectura de “La formación de las edades”, prólogo escrito por Carlos Monsiváis para la primera edición del libro Malayerba, una selección de 70 crónicas periodísticas que fueron publicadas en la columna semanal del mismo nombre.

En voz de la colaboradora de Pie de Página, María Verza, los asistentes escucharon “Carrilla mortal”. Enseguida tomó la palabra Rodolfo Naró para leer “El cantinero y el buchón” y Daniela Pastrana con “Dios no existe”, artículo que el periodista publicó en Malayerba el 2 de febrero de 2014 y en el que relata la vida dura en las calles de Sinaloa en voz de “El Cholo”.

Después tocó el turno a “La plaza”, con Bianca Gaxiola; “Malas calificaciones”, con Juan Veledíaz; “Las llaves de la ciudad”, con Marta Durán de Huerta; “Entre surcos”, con Patrick Timmons; “Travesti”, con Gilberto Dávalos; “Bajaron las balaceras, siguió el dolor”, con Mónica García Trujillo, y “Comité de recepción”, con Jan-Albert Hootsen.

Por último, Gilberto Dávalos leyó “La voz de Culiacán”, texto elegido por Griselda Triana, viuda del periodista que recibió varios reconocimientos por sus escritos sobre el narcotráfico y el crimen organizado en México, como el Premio Internacional a la Libertad de Prensa en 2011.

“Es cierto que con un homenaje se hace una exigencia de justicia formal, pero al mismo tiempo se abona a alcanzar esa justicia a través de la resistencia al olvido”, se dijo poco antes de iniciar el acto.

Frente a Griselda Triana y Tania y Francisco Javier Valdez Triana, viuda e hijos del periodista, los participantes coincidieron en que evocar su nombre y legado es la mejor manera de reconocer la dedicación que puso para indagar, narrar y compartir fragmentos de historias que pudieron ser olvidadas, borradas y con ello el derecho de todos y todas de conocer la verdad”.

Sin duda, Javier y todas las personas que nos han sido arrebatadas no solo de la vida sino de la opinión pública harán falta siempre; sin embargo, el cometido de silenciarlos jamás podrá ser y este encuentro es la clara muestra, expresaron.

Y al unísono dijeron: “En un país que se obstina en seguir siendo uno de los más peligrosos para las y los periodistas, no queremos más héroes ni heroínas que sean agredidas, censuradas y que pierdan la vida al publicar la verdad, sino garantías para la libertad de expresión”.

Javier Valdez Cárdenas nació en Culiacán, Sinaloa, el 14 de abril de 1967. Estudió Sociología en la Universidad Autónoma de Sinaloa. A principios de la década de los noventa del siglo pasado comenzó a ejercer el periodismo. Sus primeras publicaciones aparecieron en El Sol de Sinaloa, El Diario de Sinaloa y Noreste, y algunas de sus crónicas fueron publicadas en las revistas Proceso, Gatopardo y Emeequis.

Es autor de los libros De azoteas y olvidos: Crónicas del asfalto, Malayerba, Miss narco, Los morros del narco, Levantones: Historias reales de desaparecidos y víctimas del narco, Con una granada en la boca, Huérfanos del narco, Narcoperiodismo y The Taken.