Por: Redacción/
Las nuevas tarifas de porteo publicadas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el 10 de junio del año en curso, determinarán los cargos por el servicio de transmisión para fuentes de energía renovable. Sin embargo, es importante señalar que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) aprobó previamente un aumento de costos para generadores privados que cuenten con un contrato de autoabasto otorgado antes de la reforma energética.
Las tarifas para la transmisión de energía renovable de alta tensión, por ejemplo, pasaron de 0.051 pesos por kilowatt hora a 0.27857 pesos; mientras las de baja tensión aumentaron de 0.101 pesos a 0.89284, siendo éste el más significativo. Lo anterior representa un aumento de entre 400 % y 800 % respecto a lo que la CRE había previsto cobrar al sector privado para el mes de junio por hacer uso de la infraestructura de transmisión de la eléctrica nacional.
Derivado de lo anterior, la Senadora Nancy de la Sierra, del Grupo Parlamentario del PT, presentó ante el pleno de la Comisión Permanente un punto de acuerdo en el que exhorta a la Comisión Federal de Electricidad para que precise la fecha de entrada en vigor de las nuevas tarifas contempladas en los “cargos por el Servicio de Transmisión para fuentes de energía renovable o cogeneración eficiente por nivel de tensión, a precios de 2018”.
En el punto de acuerdo también se exhorta a la Comisión Reguladora de Energía para que, ante las nuevas tarifas de porteo publicadas por la Comisión Federal de Electricidad en el Diario Oficial de la Federación, se implementen medidas que fomenten la permanencia de las empresas de autoabasto en el mercado de energía eléctrica.
La legisladora de la Sierra comentó que “lo más preocupante de la publicación de esta empresa del Estado es la magnitud del aumento en las tarifas, así como la manera y el momento en que se aumentaron: abruptamente y en medio de una pandemia”.
Cabe mencionar que las empresas de autoabasto enfrentarán una disyuntiva que, en cualquiera de sus soluciones, trae consecuencias negativas para las energías renovables: absorber el aumento del precio de la energía y encarecer sus productos, afectando así a los consumidores finales, lo que eventualmente podría sacar a las empresas del mercado. O bien, ser incapaces de absorber el impacto económico y verse obligadas a cerrar y provocar la pérdida de miles de empleos.
“El aumento de tarifas contraviene a la meta 7.1 de la Agenda 2030. Contrario a hacer asequible la energía renovable, la hace más cara y al mismo tiempo obliga a las empresas a salir del mercado. Esto va en detrimento de nuestro medio ambiente, sobre todo al reconocer que la energía eléctrica producida por la CFE es más cara y contaminante que la energía renovable eólica y fotovoltaica”, expresó la senadora.
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