Por: Redacción/

El mundo exige la generación de energía limpia para frenar el cambio climático y México está cubriendo su cuota al innovar y transformar sus fuentes de obtención, sin embargo falta una salida al mercado y una mayor inversión en el ramo, aseveró Luis Aguirre Torres, director general de Green Momentum Inc.

En el encuentro Nodo Binacional de Innovación en energía (NoBI), en el que participa la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) junto con otras instituciones, destacó la importancia de coordinar el trabajo de emprendedores mediante procesos sustentables de producción energética, bajo la premisa de que “siempre hay alguien que está cambiando el mundo”.

El emprendimiento y la energía limpia son puntos relevantes de la agenda nacional, que en los últimos cuatro años ha logrado cimentarse y crear una industria del sector de la nada, por lo que la tarea será solucionar la falta de almacenamiento y la captura de carbono.

Las restricciones constitucionales que existían en el país para la inversión extranjera condujeron a que la Comisión Federal de Electricidad sufriera gran endeudamiento en 1992, viéndose imposibilitada para invertir en infraestructura y en la diversificación de la matriz energética.

Pero al permitirse la inserción de capital extranjero en el ramo se captaron más de nueve mil millones de dólares en cuatro años, aunque aún es muy clara la separación, ya que el gobierno se encarga de la potencia firme, es decir, de transmitir, distribuir y garantizar la obtención de la mitad del suministro de electricidad.

La otra parte proviene de las fuentes solar, eólica, geotérmica o de tecnología del océano, que en conjunto permiten la generación intermitente de fluido eléctrico, “no obstante todavía hay muchos huecos por llenar que se traducen en oportunidades económicas para emprendedores”, sostuvo Aguirre Torres.

Green Momentum trabaja con la Secretaría de Energía y la Subsecretaría de Planeación en la implementación de políticas en la materia y ayuda en la administración del Fondo de Sustentabilidad Energética, que financia los Centros Mexicanos de Innovación de Energía dentro de los que operan entre cinco y 25 proyectos que incluyen varias universidades y empresas.

El momento económico que vive el país es resultado del esfuerzo de los últimos 10 años, que ha derivado en una transición financiera bastante más avanzada de lo que la gente cree, pues “somos una economía de eficiencia e innovación, y es natural que el emprendimiento sea la herramienta para llevar al país al siguiente nivel”, puntualizó.

Guillermo Granados, presidente del Comité Técnico de la Fundación Premio Nacional de Tecnología, señaló que para hacer un buen proyecto de inversión o plan de negocio se requiere un documento serio y bien estructurado que contenga los beneficios económicos, políticos, sociales y de continuidad, tanto para el inversionista como para el creador.

La propuesta debe ser puntual y concreta, así como incluir los antecedentes, la pertinencia, el modelo a seguir y los alcances, sin perder de vista las líneas de acción prioritarias, pues el objetivo es demostrar la viabilidad y sostenibilidad, analizando los riesgos y logrando que el inversionista se sienta atraído.

En segundo lugar será necesario exponer un plan de inversión que explique el mecanismo mediante el cual el inversionista recuperará su capital y, por último, demostrar que el proyecto constituye la mejor opción.

El NoBI Energía, aprobado en abril de 2018 por el Fondo de Cooperación Internacional en Ciencia y Tecnología del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, tiene por objetivo impulsar el desarrollo de negocios de base tecnológica en el sector energético mediante la generación de condiciones que permitan fortalecer las habilidades de emprendimiento y de creación de negocios de estudiantes, académicos, científicos y tecnólogos.

El nodo está integrado por la Casa abierta al tiempo, los institutos Mexicano del Petróleo, Nacional de Electricidad y Energías Limpias y Politécnico Nacional a través de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas, así como por la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Panamericana.