Por: Redacción/

El sufrimiento que padecen los niños a causa de los múltiples conflictos en todo el mundo, es una situación de “vergüenza global”, destacó hoy el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres.

Durante una intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU, en la que presentó un informe que analiza la situación de los menores en conflictos armados durante el año pasado, António Guterres, subrayó las múltiples violaciones a las que fueron sometidos los niños durante ese período.

“Vemos grupos armados que obligan a niñas y niños a actuar como terroristas suicidas. Vemos a menores estigmatizados tras ser reclutados y usados por grupos armados. Vemos a niños y niñas imputados por actos que fueron obligados a cometer”, dijo.

Guterres denunció que en Afganistán fallecieron más de 3.500 menores, la cifra más alta jamás registrada en ese país, que los casos de reclutamiento en Somalia y Siria crecieron más del doble en relación a 2015 y la violencia sexual generalizada contra niños en Nigeria o la república Democrática del Congo, entre otros países.

El Secretario General destacó que durante 2016 miles de niños capturados por fuerzas armadas fueron liberados, pero solamente la mitad de ellos lograron reintegrarse con éxito a sus familias y comunidades.

Pese a los progresos, el tamaño y la intensidad de algunas crisis exigen redoblar nuestros esfuerzos y adoptar enfoques innovadores, destacó Guterres.

El titular de la ONU pidió a todas las partes en situación de conflicto que respeten el marco jurídico de protección a los menores y destacó la importancia de la rendición de cuentas por los crímenes y violaciones al derecho humanitario.

Durante la sesión, el Consejo de Seguridad adoptó una declaración presidencial donde expresó “su profunda preocupación por la escala y la gravedad de las violaciones y los abusos cometidos contra los niños en 2016”.

Igualmente, instó a todas las partes en conflicto a permitir el acceso a la ayuda a humanitaria para los niños y recordó la importancia de que éstos tengan acceso a servicios básicos, entre los que se incluye la salud y la educación, durante y tras los conflictos.