Redacción
El voto por la ratificación de los acuerdos de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de ese país, en el plebiscito del próximo 2 de octubre, es la manera más racional de canalizar el fin de un conflicto que duró más de cinco décadas y dejó unos 250 mil muertos, afirmaron los investigadores de la UNAM, Nayar López Castellanos y Adalberto Santana.
“Hay que plantearlo así: ¿Qué se gana con decir que no, cuando ya hay un acuerdo firmado entre las partes? Sin duda, el sí en el referéndum es la manera en que mejor se canaliza ese fin del conflicto, y que se pueda traducir en una legislación constitucional”, aseguró López Castellanos, coordinador del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS).
La sociedad colombiana, prosiguió, está dividida y las diferentes posturas surgen de sus experiencias como parte los 6.9 millones de desplazados, y si perdieron algún integrante de su familia, ya sea a manos de las FARC o del Ejército; ello se aúna a las fuertes campañas mediáticas que el gobierno del expresidente Álvaro Uribe lanzó contra las FARC, donde las asemejaban a grupos narcoterroristas a fin de eliminar cualquier posibilidad de diálogo.
El especialista en movimientos sociales, partidos políticos y la izquierda de América Latina, también expuso que no se trata de que olviden o borren de su memoria las consecuencias del conflicto, sino que a la par de la formalización de los acuerdos de paz, también se lleve un proceso profundo de justicia que le permita a la sociedad discutir y entender qué pasó en esta etapa, para superarla.
“Ninguna de las partes puede olvidar a sus muertos o desaparecidos, pero sin duda, es importante dar un paso adelante”, agregó López Castellanos.
Los acuerdos firmados en Cartagena de Indias, insistió, representan un triunfo de la paz y la política, en una dinámica muy compleja, pues los actores involucrados han decidido ceder en diversos aspectos para poner fin a esta guerra.
“El referéndum del domingo es trascendente porque implica consolidar el proceso con el aval de la sociedad, que le brinde legitimidad. El sí a los acuerdos de pacificación es importante para que Colombia inicie una nueva etapa”, remarcó.
Por separado, el investigador Adalberto Santana, coordinador del seminario Los Exilios en México e Iberoamérica, del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe(CIALC), expuso que este referéndum marca un hito histórico, ya que coloca al pueblo colombiano como uno de los actores principales para decidir si el conflicto concluye o se le da continuidad.
“En el siglo XX en América Latina, donde hemos visto una serie de conflictos y de procesos de pacificación, éstos nunca habían sido llevados a un referéndum popular. Ésa es la gran diferencia”, comentó.
El experto en filosofía política en la región señaló que hay estimaciones de que hasta un 65 por ciento de los colombianos está a favor de ratificar la paz.
Algunas de las posiciones radicales, acotó, son encabezadas por el expresidente Álvaro Uribe, pues afirmó que pertenece a grupos que verían afectados sus intereses con procesos contemplados en los acuerdos, como el desarrollo agrario integral, la participación política de grupos que históricamente han estado excluidos y la decisión de revisar y cuidar cultivos ilícitos para la producción de drogas.
“Las partes ya están de acuerdo y ahora tiene que ser ratificado por el conjunto de la sociedad colombiana. Éste es el capítulo más importante de la historia contemporánea de ese país”, comentó Santana.
El referéndum convocado para el próximo 2 de octubre, concluyó, abre también una ruta que podría seguirse para solucionar futuros conflictos que puedan suscitarse no sólo en América Latina, sino en el mundo entero.
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