Por: Redacción/

Las políticas culturales deben redefinirse, actualizarse e incluir lo digital como un factor esencial para su desarrollo, tanto a nivel local como nacional, en un escenario en el que la participación de los millennials podría definir al ganador de las próximas elecciones, coincidieron especialistas en el Ciclo Ventiladero cultural de la sucesión presidencial.

El maestro Francisco Mata Rosas, coordinador general de Difusión de la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), refirió que la cultura es una de las trincheras privilegiadas desde donde debe debatirse la política y su relación con la sociedad, pues no es un hecho ajeno.

Durante la mesa de diálogo La próxima presidencia de la República, moderada por Eduardo Cruz Vázquez, responsable del Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (GRECU), así como por el editor Francisco Moreno, sostuvo que la universidad pública deberá mantener una visión de reforzamiento de su entorno inmediato con el propósito de generar colaboraciones ciudadanas desde los espacios asignados.

El académico opinó que los próximos gobernantes deberán propiciar un marco legal que incluya las distintas expresiones del país y no a partir de un pensamiento que homogenice los variados orígenes étnicos e históricos de las personas.

En la Casa Rafael Galván –Centro de Difusión Cultural de la Casa abierta al tiempo– el periodista Alfonso Morales Escobar, miembro del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, quien acudió en representación del doctor José Franco, coordinador general de ese organismo, señaló que la ciencia y la cultura son entes íntimamente ligados, pero en México son gestionados en forma independiente, por tal motivo, la cultura científica y el conocimiento general de los ciudadanos son limitados.

“No existe algún bosquejo de cómo se debe transformar la vida cotidiana de los mexicanos para que compagine con la ciencia. El ser usuario de un celular o una computadora no nos vuelve tecnólogos, ya que somos simples consumidores; el acceso a la cultura por medio de las tecnologías debe ir más allá”, subrayó.

El doctor Jorge Bravo, director Editorial de Grupo Mediatelecom e integrante del GRECU, enfatizó que la situación insólita de la creación de una Secretaría de Cultura implica una serie de retos a nivel de conectividad. Hasta el momento sólo la mitad de los habitantes del país tiene acceso a la red, en tanto que el uso de telefonía móvil es de 98 por ciento.

“En términos de economía digital estamos ante el desafío de la inclusión digital y dotar a todos de las herramientas mínimas y necesarias, además de que también es uno de los derechos básicos a garantizar en el siglo XXI, por lo que al mismo tiempo tendremos que prepararnos para los trastornos psicológicos que esto conllevará. En China se están viendo los primeros casos patológicos en jóvenes por el exceso de uso de los videojuegos, por ejemplo”, especificó.

Aristóteles Núñez Sánchez, ex jefe del Sistema de Administración Tributaria (SAT), consideró que la cultura y su relación con la política no sólo se remiten a establecer un lineamiento en la materia y expuso que no está incluida en las plataformas electorales, siendo que es un eje fundamental de la sociedad.

La problemática también se origina por la ausencia de discusión del tema al interior de la colectividad. A los procesos de mentiras, falacias, engaños se unen la desinformación y el desinterés de los individuos por el quehacer de la administración pública.

José Alfonso Suárez del Real, diputado local de la VII Legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, habló de una probable disolución del Estado Nación ante las dificultades de inclusión social en un país multidiverso, “ya que la mercantilización de la cultura y la democracia impiden una mejora”.

“El primer gran debate alrededor del tema es el de la seguridad cultural y el de propiciar un proceso integrador a través de una propuesta sólida y formal”, externó.

El Ciclo Ventiladero cultural de la sucesión presidencial continuará el próximo 14 de febrero con la mesa La reforma cultural, que contará con la participación de Néstor García Canclini, Sergio Gómez Montero, Horacio Franco, Ricardo Fuentes, Eduardo Nivón y Marta Turok.