- Este esfuerzo se propone diseñar, fortalecer y promover los canales digitales de comercialización de las Mipymes a través de Facebook, WhatsApp, Instagram, Twitter, Tik Tok y páginas Web, entre otras herramientas electrónicas.
Por: Redacción/
Desde el comienzo de la pandemia del COVID-19, la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) ha impulsado UAMedia Internacional, una estrategia de respuesta institucional basada en acciones de asesoría, capacitación, intervención organizacional y transferencia tecnológica para apoyar a micro, pequeñas y medianas empresas que atraviesan momentos difíciles debido a la emergencia sanitaria global.
En el marco de esta iniciativa, concebida por el Departamento de Administración y que abarca los sectores económico, social y gubernamental –local y federal–, surgió el Programa Internacional UAM Mipyme vs COVID-19 en Latinoamérica, que aprovecha el conocimiento técnico-administrativo y la capacidad tecnológica del alumnado para que mediante procesos de intervención trascendental respalden a pequeñas compañías y/o a personas vulnerables, ante la contingencia, que al final también se convirtió en un percance económico, en particular en este sector.
El doctor Alfredo Garibay Suárez, investigador del Departamento de Administración y coordinador de ambos proyectos, afirmó en entrevista que uno de los ramos más golpeados en el contexto de la crisis de salud es el de las Mipymes, por lo que es necesario generar destrezas que vayan más allá del fomento económico y desplieguen políticas públicas y pasos dirigidos a la capacitación, la asesoría y el acompañamiento.
Este esfuerzo se propone diseñar, fortalecer y promover los canales digitales de comercialización de las Mipymes a través de Facebook, WhatsApp, Instagram, Twitter, Tik Tok y páginas Web, entre otras herramientas electrónicas, con fines de capacitación para el fortalecimiento de sus aptitudes tecnológicas en temas sensibles que requieran y en los que la Institución tenga instructores.
También busca la intervención, entendida como un mecanismo externo de asistencia para potenciar las actividades productivas que permitan mejorar la calidad de vida de las familias impactadas.
Por la vía de enlaces fundamentales, la UAM emprendió planes de colaboración con universidades de Chiapas y Quintana Roo, así como de Guayaquil, Ecuador; la Privada Boliviana, de Bolivia; Nacional de Asunción, Paraguay; Nacional de Frontera, de Perú, y muy pronto con la de Valparaíso, Chile.
En cuanto al funcionamiento del Programa sostuvo que los estudiantes “hacen la magia”, porque con su contribución se genera una serie de acompañamientos a 50 empresas mexicanas y de los países con los que se tiene cooperación.
En un principio se abarcó 50, pero a partir de las características de la matrícula y de aquellas de las naciones que se van incorporando son ya cerca de 700 firmas del rubro de las Mipyme locales e internacionales a las que igual número de alumnos de la UAM y de las instituciones hermanas asesoran y supervisan en sus procesos de fortalecimiento.
La mayoría son micro, que van desde pequeños restaurantes, barberías, salones de belleza y talleres mecánicos, hasta las que no están precisamente en la formalidad, por ejemplo, “puestos de comida, antojitos u otros a los que también asistimos, porque requieren este tipo de contribución”.
Además se han agregado otras mucho más robustas en alianza con el gobierno federal, grupos de profesores de artes marciales, mercados públicos y cooperativas de miel, entre otros ramos.
Por parte de la UAM son más de 350 los jóvenes involucrados en el Programa quienes desempeñan roles diferentes, incluidos los de coordinadores de bloque, grupo y generales, creando reportes en los que se detallan los procesos de intervención, objetivos y tácticas.
La participación de los alumnos está sustentada en un esquema de monitores surgido por acuerdo del rector de la Unidad Azcapotzalco, según el cual se trata de matriculados en las licenciaturas en Administración; en Ingeniería en Computación; en Diseño de la Comunicación Gráfica; en Diseño Industrial; en Sociología; en Economía, y en Derecho. Por las instituciones extranjeras los hay de ingenierías en Mercadotecnia y comerciales, que empatan con los planes académicos de la UAM y, por tanto, posibilitan la colaboración.
Dados los rasgos de su generación, el alumnado es nativo digital y, aun cuando no es una particularidad única y necesaria para llevar a cabo el acompañamiento, se trata de un perfil que demanda el manejo de las redes sociales para dar certeza de los procesos de intercambio con carácter virtual; planeación específica para poder desarrollar diagnósticos y definir objetivos, y habilidades para aplicar tipos diversos de tácticas.
En consecuencia han adoptado un carácter interdisciplinario porque incorporan destrezas de diseño, administración y de todas las áreas que se precisan para respaldar a las organizaciones, en virtud de que “la variable solidaria y la resiliencia son importantes, ya que no se trata sólo de vender sino de mostrar e ir hombro a hombro como permite la Universidad”.
También están involucrados profesores que fungen como coordinadores académicos de distintas divisiones para orientar a los alumnos en los asuntos de habilitación, y también como autoridades, incluidos los doctores Jesús Manuel Ramos García, jefe del Departamento de Administración; Beatriz García Castro, coordinadora académica; Abelardo Mariña Flores, coordinador de Enlaces Estratégicos de la Unidad, y Oscar Lozano Carrillo, rector del campus Azcapotzalco.
El doctor Garibay Suárez dijo que el Programa Internacional UAM Mipyme vs COVID-19 en Latinoamérica tiene una perspectiva social y humanista, al aplicar una metodología comprobada que la Casa abierta al tiempo ha practicado en múltiples métodos de intervención previos y durante la pandemia.
Algunas de las características de este programa son la gratuidad; ser incluyente, pues cualquier individuo u organización puede solicitarlo; multitecnológico, ya que se adapta a las particularidades tecnológicas de los usuarios, y sensible, al estar programado para ofrecerse a quien más lo necesite.
La intervención estratégica tiene una duración de tres meses, tiempo en el cual los monitores asisten a comerciantes o empresas en vulnerabilidad y sólo en algunos casos especiales el plazo podrá extenderse por otros tres meses.
Como resultado, en dos meses se publicará el primer libro de experiencias de UAMedia Internacional, en el que se ha conjuntado una serie de testimoniales y estadísticas sobre las actividades desarrolladas bajo el proyecto.
Si bien existe un conjunto de fomentos y apoyos al sector por la Secretaría de Economía y otras instituciones de los distintos niveles de gobierno, esto no ha sido suficiente para el tamaño de la población de México y “me parece que ningún recurso está de más ante la emergencia que estamos pasando, considerando que la política pública no sólo está en función de dotar de recursos, sino que son indispensables la capacitación, el acompañamiento y la intervención”, en favor de las Mipymes.
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