- Desde hace cincos meses, el fiscal electoral, José Agustín Ortiz Pinchetti, tiene en su poder un amplio expediente donde se detallan y configuran una serie de posibles delitos electorales cometidos por el círculo de priistas cercanos al dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas.
Por: Israel Mendoza-@imendozape/
Desde hace cincos meses, el fiscal electoral, José Agustín Ortiz Pinchetti, tiene en su poder un amplio expediente donde se detallan y configuran una serie de posibles delitos electorales cometidos por el círculo de priistas cercanos al dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas. Su llegada a la máxima silla del priismo nacional se enturbió por presumir acuerdos de alto nivel que —según sus allegados— ya se derrumbaron.
El priista se empoderó de manera ficticia. Ofreció un partido triunfador para el futuro en la elección intermedia de 2021 y una cercanía favorable con Palacio Nacional. Todo se desmoronó por los escándalos del pasado neoliberal que embarraron las siglas del partido tricolor y a Moreno Cárdenas se le cerraron sus acuerdos y su poder sólo es fomentado por quienes lo rodean; no por las corrientes internas y sectores priistas. El caso Lozoya y el escándalo de Rosario le acarrearon más negativos a su imagen.
Al escenario adverso volteó sus intereses y se sumó la alianza amarrada con el PAN y el PRD para mantenerse a flote ante su flácida dirigencia y su proyecto descarrilado provocado por su llegada a la dirigencia nacional del PRI; metida con calzador, a un partido que vive de las glorias del pasado y de los acuerdos turbios bajo la mesa. A final de cuentas, el revolucionario institucional es uno de los partidos con mayores descalabros en las filas de sus militantes ya que que en 2019 tenía 6 millones 546 mil 560 militantes y a enero de 2020 se redujo a un millón 587 mil 242.
De acuerdo con la carpeta de investigación número FED/FEPADE/UNAI-DCMX/0000384/2019, se le solicitó, el pasado 7 de diciembre, a Ortiz Pinchetti su intervención en el caso de la investigación en contra de Alejandro Moreno, el presidente consejero, Lorenzo Córdova Vianello y los 10 integrantes del Consejo General del INE.
En el documento en poder de esta columna se le pide: “dé la seriedad del caso y se proceda en contra de los denunciados, a los cuales en 16 meses no se les ha tomado declaración, gozando los mismos de un fuero metaconstitucional y dejando esa fiscalía en estado de indefensión a los 5 millones de ciudadanos que les robaron sus datos personales y con la falta de una debida actuación los funcionarios de esa fiscalía han permitido que el PRI se encuentre dirigido por personas que llegaron a sus cargos mediante el robo de 5 millones de datos personales y un padrón de militantes inflado de manera artificial con la complicidad de los Consejeros del Consejo General del INE”.
El fiscal electoral tiene un expediente apetitoso para Morena. Partido del cual es uno de sus ideólogos y que está ávido de sangrar lo que queda del vetusto partido que se encuentra amorcillado. Alejandro Moreno le trajo más calamidades al partido que beneficios. Los tiempos electorales ya lo alcanzaron y tiene cuentas pendientes con su propio partido.
Mantenerse en la tesitura del político rebelde ya no le funciona. Su dirigencia está rebosante de soberbia y carente de cuadros que le den votos firmes en 2021. Por eso su alianza y por eso en privado cuenta los días para dejar el cargo que ya no le redituará en su agenda personal.
No Comment