Por: Redacción
El día de hoy, el INEGI revisó al alza la estimación de crecimiento del PIB correspondiente al primer trimestre de 2017. El PIB aumentó a una tasa anual de 2.8 por ciento durante este periodo. Por sectores, se observa que en términos anuales el sector agropecuario creció 6.6 por ciento, el industrial aumentó 0.5 por ciento y el sector servicios creció 3.7 por ciento. Al eliminar el efecto estacional, el PIB incrementó a una tasa anual de 2.6 por ciento y trimestral de 0.7 por ciento.
Asimismo, el INEGI publicó el IGAE de marzo, el cual registró un crecimiento anual de 4.4 por ciento, superior en 0.2 puntos porcentuales a las expectativas de analistas privados. A su interior, el sector agropecuario creció 3.8 por ciento anual, la producción industrial aumentó 3.4 por ciento, mientras que los servicios se incrementaron 5.0 por ciento anual.
Durante el primer trimestre de 2017, la economía de México registró un desempeño favorable, y superior a las expectativas del sector privado, en un entorno externo de elevada incertidumbre. En este sentido, la mejoría en las perspectivas de la economía global y la resiliencia al contexto externo adverso se han reflejado en una evolución positiva de la economía, cuyo motor ha sido la demanda interna en años recientes y donde el sector exportador muestra una mejor dinámica en meses recientes.
En cuanto al entorno externo, existe un menor grado de incertidumbre, pero aún elevado, asociado con las políticas del nuevo gobierno de Estados Unidos y tensiones geopolíticas a nivel mundial. Sin embargo, en los últimos meses se comienzan a observar señales de un crecimiento más sincronizado a nivel mundial, luego del periodo de crecimiento moderado y heterogéneo observado después de la crisis económica y financiera mundial de 2008-2009. En este sentido, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el crecimiento de la economía mundial aumente 3.5 por ciento en 2017, un crecimiento superior al 3.1 por ciento observado en 2016.[1] Por su parte, se pronostica una recuperación en América Latina igual a la esperada en enero, de 1.2 por ciento.
Por su parte, en el primer trimestre de 2017, Estados Unidos registró un crecimiento económico de 0.7 por ciento trimestral anualizado, inferior al 1.0 por ciento esperado por los analistas. Sin embargo, se observa una importante recuperación en su producción industrial, la cual ha crecido en promedio durante los primeros 4 meses del año en 1.0 por ciento anual, superior en 2.2 puntos porcentuales al crecimiento observado en 2016. En este sentido, la proyección de crecimiento del PIB de Estados Unidos para 2017 se ubica en 2.1 por ciento, mientras que la producción industrial se estima aumente 1.7 por ciento, un cambio de tendencia sustantivo con respecto al año pasado, cuando la producción industrial cayó 1.2 por ciento. [2] La producción industrial en Estados Unidos, y en particular las manufacturas, tiene una incidencia directa y significativa con el desempeño de la economía mexicana.
En este contexto, el crecimiento del PIB de México observado durante el primer trimestre de 2017 se compara favorablemente con el de otras economías de la región, siendo superior al observado en América Latina excluyendo México, que se espera decrezca en 0.6 por ciento en el primer trimestre del año.[3]
En este sentido, analistas del sector privado han empezado a revisar al alza sus expectativas de crecimiento de la económica mexicana para 2017. De acuerdo con la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado publicada por el Banco de México, entre febrero y mayo de este año, la expectativa media de crecimiento incrementó 0.2 puntos porcentuales. Asimismo, en los últimos 30 días, 16 analistas del sector privado elevaron su expectativa para este año.[4] La menor incertidumbre del entorno y los resultados recientes de la economía, han marcado un cambio en la tendencia de las estimaciones para el cierre de 2017.
El crecimiento del PIB está sustentado en la fortaleza del mercado interno, así como una reciente recuperación de las exportaciones no petroleras. Como resultado, durante el primer trimestre se observó un desempeño favorable de los tres principales sectores de la economía.
En primer lugar, el sector agropecuario creció 6.6 por ciento. Con cifras desestacionalizadas, el crecimiento es de 6.3 por ciento anual y 1.1 por ciento trimestral. En segundo lugar, la producción industrial aumentó 0.5 por ciento anual. Al eliminar la estacionalidad, disminuyó 1.1 por ciento anual y se incrementó 0.1 por ciento respecto al último trimestre de 2016. A su interior, se observó un crecimiento de 4.8 por ciento anual en las manufacturas, el mayor desde el primer trimestre de 2014.
Por su parte, la construcción aumentó a una tasa anual de 1.5 por ciento, mientras que la minería registró una disminución de 10.8 por ciento. Esta evolución es consistente con el desempeño de las exportaciones de manufacturas, que durante el primer trimestre crecieron 9.2 por ciento anual. Por su parte, las actividades más relacionadas con el petróleo disminuyeron 13.5 por ciento. Finalmente, los servicios se incrementaron 3.7 por ciento anual, el mayor en los últimos cinco trimestres. Con cifras desestacionalizadas, el crecimiento fue de 3.8 por ciento anual (el mayor desde el primer trimestre de 2013) y 1.0 por ciento trimestral.
Sobre la producción industrial deben destacarse principalmente dos factores, externos y del sector petrolero, que contribuyen a explicar su desempeño durante el primer trimestre de 2017. El primer factor fue la producción industrial en México, que se recuperó parcialmente asociado al desempeño de la producción industrial de Estados Unidos, que en el primer trimestre de 2017 creció 1.5 por ciento a tasa trimestral anualizada, en tanto, la producción en manufacturas creció 2.8 por ciento. Esto se reflejó en el crecimiento trimestral de 4.8 por ciento de las manufacturas en México y en el incremento anual de 9.2 por ciento de las exportaciones manufactureras.
El segundo factor fue la disminución en la plataforma petrolera de 2.5 por ciento entre el primer trimestre del año y el cuarto trimestre del año pasado (-52.0 miles de barriles diarios) continúa afectando el crecimiento total. Así, al excluir la producción de petróleo y las actividades relacionadas, el crecimiento anual de la producción industrial en México para el primer trimestre de 2017 fue de 3.8 por ciento (el mayor en los últimos ocho trimestres), que contrasta con el crecimiento de 0.5 por ciento al considerar todas las actividades.
En consecuencia, el crecimiento anual del PIB, excluyendo las actividades relacionadas con el petróleo, fue de 3.9 por ciento durante el primer trimestre del 2017 en cifras originales. Con este dato, el crecimiento anual promedio del PIB no petrolero durante los últimos doce trimestres es de 3.1 por ciento. Con cifras desestacionalizadas, el PIB no petrolero registró un crecimiento de 3.6 por ciento anual, el mayor desde el cuarto trimestre de 2012.
Respecto a los determinantes del consumo, se observa un sólido desempeño, lo cual ha permitido una evolución positiva del consumo interno. Destaca el desempeño favorable de la generación de empleos formales, que durante abril se incrementaron 4.3 por ciento anual. En la actual administración, el crecimiento promedio anual del empleo ha sido de 3.8 por ciento, lo cual representa un crecimiento acumulado de 16.7 por ciento y una creación de más de 2 millones 726 mil de empleos. Asimismo, la tasa de desocupación se redujo a 3.4 por ciento de la PEA durante los primeros tres meses del año, la más baja desde el segundo trimestre de 2007 y que se compara favorablemente con el 4.0 por ciento registrado en el mismo periodo del año anterior.
Finalmente, el crédito otorgado por la banca comercial al sector privado se expandió en 9.3 por ciento real anual en marzo. Destaca el crédito otorgado a empresas que mostró un crecimiento de 11.5 por ciento real anual, el mayor para este mes desde 2008.
Así, el motor ha sido la demanda interna en años recientes y donde el sector exportador muestra una mejor dinámica en meses recientes. Como resultado de la evolución favorable de estas variables, el consumo privado aumentó 3.0 por ciento anual entre enero y febrero.
Por su parte, el valor real de las ventas totales de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) creció 3.1 por ciento anual en abril. De igual forma, entre enero y abril se vendieron 492 mil 725 automóviles, el mayor volumen para este periodo desde que se tiene registro, lo que representa un crecimiento de 5.8 por ciento anual. Por su parte la producción de automóviles creció 13.6 por ciento anual, en tanto las exportaciones no petroleras registraron un incremento de 9.2 por ciento anual en el primer trimestre.
Actualización del rango
Con base en el desempeño favorable observado durante el primer trimestre en la economía mexicana, que es resultado de una evolución particularmente favorable del PIB no petrolero, sustentado de forma balanceada en el mercado interno y en las exportaciones no petroleras, así como la información publicada el día de hoy por el INEGI que muestra un crecimiento observado del PIB durante el primer trimestre de 2.8 por ciento anual y considerando también que dicho desempeño se ha reflejado en un cambio de tendencia en la evolución de las estimaciones del sector privado respecto al crecimiento anual para este año, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público aumenta su estimación de crecimiento del PIB para 2017 a un rango de 1.5 por ciento a 2.5 por ciento.
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