• “El control absoluto de todas las cadenas de valor de la Industria Eléctrica por parte del gobierno podría derivar en desabasto de energía y tarifas más altas”, señalan los panistas.

Por: Redacción/

El Grupo Parlamentario del PAN afirmó que analiza a detalle todas las implicaciones de la reforma; sin embargo, por lo pronto se expresó totalmente en contra de la iniciativa del Presidente de la República, en materia energética.

A través de un comunicado, las y los diputados de la bancada señalaron cinco razones concretas para oponerse a la propuesta presidencial: 1. Atenta contra el libre mercado. 2. Aumenta el control del Estado y perjudica a las familias mexicanas. 3. Desaparece órganos que funcionan. 4. Viola tratados internacionales. 5. Cancela certificaciones de energías limpias.

Se pronunciaron en contra de la reforma pues “tendría efectos adversos y desastrosos” en distintos sectores de la vida nacional. “Nos preocupa que el control absoluto de todas las cadenas de valor de la Industria Eléctrica por parte del gobierno pueda derivar en la caída de la inversión, salida de capitales y falta de suficiencia para la demanda de energía eléctrica en el país”.

Señalaron que esta reforma impactaría con tarifas más elevadas a los consumidores, teniendo consecuencias negativas para los bolsillos de las familias mexicanas, pues reduce la competencia y deja de lado la generación de energía eléctrica con métodos más eficientes y menos contaminantes y costosos.

Indicaron que “el intento de reforma energética del Presidente implica la violación del TMEC, al estatizar la industria eléctrica, y por ende, la pérdida de confianza en inversiones y también la salida de capitales. Habría mayor afectación económica en un país ya debilitado.”

En este sentido, manifestaron su rechazo a la propuesta de consolidar el mercado eléctrico nacional como, lo que afirman, sería un monopolio estatal. Los monopolios, explicaron, se ha demostrado a nivel internacional, y en diferentes sectores, que resultan inviables para resolver problemas de Mercado, y terminan por colapsar los sistemas donde el Estado asume el control.

Afirmaron que esta propuesta de reforma propone prácticamente la centralización y monopolio de la Industria Eléctrica, ya que el 54 por ciento del mercado será absorbido por la CFE y el 46 por ciento restante se dejará a los privados. Esta obsesión presidencial por concentrar como sea más y más poder, le está costando mucho al país.

Por otra parte, rechazaron de igual manera la desaparición de los órganos reguladores, mismos que están diseñados precisamente para defender a los consumidores y que existen en casi todos los países del mundo, con excepción de aquellos que se encuentran bajo regímenes antidemocráticos y de dictadura como lo son Corea del Norte y Venezuela.

“Reprobamos totalmente la desaparición que busca el presidente López Obrador hacia la Comisión Nacional de Hidrocarburos, la Comisión Reguladora de Energía y el Centro Nacional de Control de Energía. Sería una grave vulneración a las instituciones que dan forma a la democracia mexicana”.

Las y los parlamentarios se pronunciaron por avanzar en la infraestructura y desarrollo de energías más eficientes y menos contaminantes.

“Desde el PAN defenderemos y promoveremos un modelo energético nacional donde las energías limpias tengan un papel preponderante. Por ello, también reprobamos que se pretendan cancelar los certificados de energías limpias. Hoy México más que nunca necesita inversión en energías limpias y renovables”

Sentenciaron que esta reforma ni siquiera podrá sostenerse en el mediano y largo plazo pues contraviene disposiciones establecidas en tratados internacionales como el T-MEC, de los que México es parte

Por ello, descalificaron la reforma como una propuesta que tendrá un enorme costo económico y social en lo inmediato, y que a futuro traerá inviabilidad y mayores problemas para el país.