Por: Redacción/

Al cierre de 2017 el número de planteles adscritos al Sistema Nacional de Bachillerato se elevó a 3,047, avance significativo en tanto que en 2012 sólo 226 de planteles (4.2 %) cumplían con los requisitos para estar en este padrón de calidad.

De acuerdo a la Subsecretaría de Educación Media Superior, actualmente el 44.4% de la matrícula total de la EMS está adscrita al Sistema Nacional de Bachillerato, cerca ya de la meta propuesta en el Programa Sectorial de Educación, de que el 50% de la matrícula de este nivel educativo estudie en planteles reconocidos por su calidad.

Dentro del SNB existen cuatro niveles de acreditación, donde el nivel I es el superior, que valoran la calidad del plantel de acuerdo a los parámetros de la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS).

Los planteles que ingresan al SNB son los que han acreditado un elevado nivel de calidad. Para ello se someten a una evaluación exhaustiva por parte del Consejo para la Evaluación de la Educación del Tipo Medio Superior (COPEEMS), que es el organismo con independencia técnica creado para ese efecto.

Estos planteles se caracterizan por formar integralmente a los jóvenes, capacitar a directivos y docentes y evalúa su desempeño; contar con profesores que complementan sus funciones de docencia con programas y servicios de tutoría, orientación educativa, vocacional y socioemocional. Además promueven el trabajo colaborativo de directivos, docentes, tutores, orientadores y estudiantes.

La importancia de pertenecer al SNB, no es sólo buscar colocarse en alguno de sus niveles, sino brindar una vida escolar de calidad en procesos y prácticas educativas en beneficio del plantel y de la comunidad educativa que impacta. Es decir, que el adscribirse y permanecer en el SNB opere en la práctica como un padrón cuyo propósito es distinguir a los planteles según su calidad y el de sus estudiantes.