Por Betzahira Rodríguez Belmares/
El Estado de Nuevo León es conocido por ser el mayor productor de carne de res en el país, a nivel internacional los principales países de exportación son Estados Unidos y Japón, así como a algunas regiones de Europa y América Latina.
El año pasado,a pesar de las amenazas de Donald Trump de sacar a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México se convirtió en su tercer proveedor de carne, con respecto al año 2016 en el que ocupaba la cuarta posición.
La Secretaría de Desarrollo Agropecuario (SDA) anunció en su informe del mes de febrero que en la entidad se tienen registradas 549 mil cabezas de ganado de un total nacional de 32.9 millones.
Durante los primeros meses del año se produjeron de bovino ocho mil 773 toneladas con un valor de 686 mdp. Según la SDA, en el mismo mes de febrero se exportaron cuatro mil 117 cabezas de ganado.
El director general de MexicanBeef, Rogelio Pérez Sánchez aseguró que, aunque el TLCAN termine México no dejará de exportar carne de res a Estados Unidos , ya que es el mercado natural.
En el Estado la famosa “carnita asada” es el platillo favorito de las familias neoleonesas a la hora de celebrar, de hacer una reunión familiar, para recibir una visita, porque es viernes, lunes o cualquier día de la semana. Además de la carne asada también la discada es un platillo tradicional, que consiste en un guiso que combina carne de res, pollo y puerco en trozos, con salchichas y tocino en una salsa de frijoles con tomate y cebolla.
Cada neoleonés consume un promedio de 37 kilos de carne roja al año, mientras que el promedio nacional es de apenas 14.
Salvador Séañez, Gerente de Manufactura en Grupo Viba, un grupo de empresas dedicadas a la engorda, sacrificio, proceso y comercialización de productos cárnicos de ganado bovino, considera que las grandes extensiones de tierra árida y pastizales que se prestan para el criadero de ganado son una de las características principales por las la tierra de el Cerro de La Silla adoptó la carne como cultura además de alimento, sin embargo, no considera que el consumo sea excesivo a comparación de otras entidades.
La industria cárnica de Nuevo León es uno de los referentes a nivel nacional. Cada año genera una aportación importante al Producto Interno Bruto (PIB) del país. En marzo de este año durante la presentación de “Expectativas agroalimentarias 2018” la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) informó que entre principos del 2013 y finales del 2017 el PIB del sector agroalimentario mantuvo un crecimiento de 2.4%, permitiendo así que en 2017 este sector representara un 7.9% del PIB, generando así un valor en las exportaciones de 32 mil 583 millones de dólares.
En los hogares neoleonenses dentro de los gastos familiares siempre se dispone de dinero para comprarla en la semana, y tienen una gran variedad de recetas para prepararla que no es extraña la cantidad de consumo por persona.
Todos saben de cortes y carnicerías, y son conscientes de la diferencia de calidades entre las carnes que se producen ahí a comparación de cualquier otra parte del país. Los criaderos de Nuevo León tienen la característica de alimentar a sus reses no sólo con alimentos industriales para engorda, sino que el ganado se encuentra en corrales al aire libre en los que pueden alimentarse naturalmente de los pastos y hierbas hasta el momento de llegar en diferentes presentaciones a la mesa. A comparación de algunos criaderos en otras partes del país que sólo utilizan alimentos para engorda y tienen a los animales en condiciones insalubres, es posible pasar por las carreteras que atraviesan el Estado a las afueras de la ciudad y observar las cabezas de ganado de las grandes productoras pastando y descansando entre los cerros.
La excelente calidad de la carne se debe principalmente al proceso de producción y a las políticas de control ejercidas durante el mismo, “Cada empresa cuenta con dichas políticas, pero el que existan políticas dirigidas y generalizadas con el fin de mantener un nivel de calidad alto corresponden a la expectativa de la región”, señala Salvador Séañez, “Durante el proceso, el control y balance de alimentos, apoyos alimenticios y medicamentos son elementos cruciales para el desarrollo del ganado, debido a que son los que definen las características y calidad de la carne”. La experiencia y el extremo cuidado hacen que todo el proceso resulte tan efectivo y el mercado tan próspero.
La polémica también ha envuelto a la industria cárnica más de una vez, el tema de la intoxicación humana por clembuterol (fármaco simpaticomimético) surgió en los años noventa. Esta sustancia es utilizada ilegalmente por algunos productores de carne para engordar a las reses, el esteroide funciona reduciendo la grasa corporal a la vez que genera crecimiento en la masa muscular.
Algunos deportistas se han visto perjudicados, como lo fue el caso de Saúl “Canelo” Álvarez en marzo de este año o el ciclista Contador en el Tour de Francia 2010, tras arrojar resultados positivos en niveles de clembuterol durante pruebas de rutina. A primera instancia, cada uno justifica el positivo debido al consumo previo de carne contaminada.
Sin embargo, la probabilidad de arrojar positivo en clembuterol por consumo de carne es mínima. En el caso de Contador por ejemplo quien arrojó un positivo en sangre (1 pg/mL) y orina (50 pg/mL), tomando en cuenta que para la Agencia Mundial de Antidoping cualquier cantidad de clembuterol en un deportista está totalmente prohibida, para conseguir esos resultados sería necesario un consumo brutal de carne contaminada.
El Licenciado en Planificación para el Desarrollo Agropecuario, Marco Antonio Castañeda Plascencia, profesor en la Facultad de Estudios Superiores Aragón UNAM, explica que es imposible comparar las cantidades que puede llegar a tener una res, un animal de entre 500 y 600 kg de peso, y un ser humano, quien necesitaría consumir entre 60 y 70 kilos de carne contaminada para rozar el positivo en una prueba de este tipo “Son mitos que perjudican a la industria, que si bien hay productores de carne que utilizan el clembuterol para engordar a sus animales, también existe un sistema Tipo Inspección Federal de carnes en México (TIF) quienes se dedican a realizar pruebas de sangre en los animales para certificar que no exista contaminación en la misma. Analizando también que es aún menos probable que una persona de la talla de un deportista quienes llevan estrictas dietas y controles de salud, hayan tenido la suerte de consumir carne contaminada en algún restaurante de lujo. La salida más fácil para salvar su reputación y su carrera es decir que fue por carne contaminada”.
A pesar de los escándalos y los mitos que rodean a la industria, Nuevo León sigue siendo la entidad más segura del país en cuanto a la producción de carne, la industria prospera debido al cuidado y la dedicación que ponen los neoleoneses a un elemento que es casi parte de la familia, algo que tanto para ellos como para México vale su peso en oro.
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