Por: Redacción/
El lúpulo, planta utilizada en la fabricación de la cerveza, podría servir para disminuir los síntomas del climaterio. Por este planteamiento, Ivette Caldelas Sánchez, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM, obtuvo el Premio Salud y Cerveza, que otorga el Consejo de Investigación sobre Salud y Cerveza AC.
Durante esta etapa, el cuerpo de la mujer se ajusta fisiológicamente para funcionar de la mejor manera con los cambios ocurridos, que usualmente son poco favorables para la salud: síndrome metabólico, depresión, ansiedad, bochornos, problemas cardiovasculares y, en casos graves, cáncer de mama. Además, el incremento en la expectativa de vida implica que el climaterio podría extenderse por más años.
“Las terapias de reemplazo con hormonas sintéticas se asocian al desarrollo de cáncer de mama y a enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, acumulación de lípidos, síndrome metabólico y presión arterial alta, por lo que el costo-beneficio es discutible”, alertó la investigadora.
Una alternativa, dijo, podría ser el lúpulo, planta inocua para el humano y fuente de flavonoides –al igual que la soya–, compuestos similares a los estrógenos, pero naturales. Además, también puede ser benéfica para regular el ciclo sueño-vigilia, la sudoración nocturna y la presencia de bochornos.
Así, mediante el estudio “Impacto del consumo de lúpulo en la reducción en los síntomas vasomotores psico-neurológicos y metabólicos asociados al climaterio”, y apoyada con el Premio Salud y Cerveza, Caldelas Sánchez iniciará un proyecto en el que, durante dos años, administrará la planta en forma de cápsulas a mujeres de entre 40 y 55 años, para analizar sus efectos.
Se sabe, añadió, que el lúpulo contiene fitoestrógenos más potentes que la lecitina de soya, así que se requeriría menor cantidad, con efectos más benéficos, objetivo del equipo científico.
Algunos países como Alemania han comenzado a vender grajeas de lúpulo combinado con valeriana u otras plantas; el equipo de la UNAM lo probará sólo para cuantificar de mejor manera los beneficios de la planta mediante revisiones metabólicas, de ciclo sueño-vigilia, niveles hormonales y el estado anímico.
El lúpulo es una planta trepadora usada como estabilizador, y es responsable del sabor amargo de la cerveza y de su aroma particular. Pero no se puede lograr su efecto ingiriendo la famosa bebida, pues el contenido es muy bajo y se necesitaría tomar demasiada para obtener resultados similares a los de una cápsula, aclaró.
La especialista en el estudio del metabolismo subrayó que desde jóvenes las mujeres deben aprender que el climaterio es un proceso fisiológico natural para el cual deben prepararse, pues si no se atienden y cuidan, podría ser más complicado.
El Consejo de Investigación sobre Salud y Cerveza AC, encabezado por el exrector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, y los investigadores Nayely Garibay Nieto, David Kershenobich, Julio Sotelo Morales y Patricia Ostrosky, busca promover la investigación sobre las propiedades nutricionales de la cerveza y su relación con la salud.
En el proyecto también participará Rodrigo Montúfar, de la Facultad de Ingeniería, con los algoritmos para el análisis de la información; Yosette Barb Caldelas, que realizará las evaluaciones psicológicas; Erika Navarrete Monroy, especialista en metabolismo; y el nutriólogo Vidblane Prieto Ibáñez.
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