Por: Redacción/
El gran problema de América Latina es la desigualdad, ligada a la corrupción creciente en la región, remarcó el doctor Ricardo Alberto Yocelevzky Retamal, desde 1980 investigador del Departamento de Política y Cultura de la Unidad Xochimilco y Profesor Distinguido de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En el área el capitalismo no tiene otra forma de existir y ese es el centro del problema, ya que la relación entre los poderes económico y político no acepta normas y viola cualquier legislación dictada, derivado de circunstancias estructurales muy complejas en las que la corrupción no es accidental ni optativa, como se evidencia en Argentina, Brasil, Colombia y México, que adolecen de una política vinculada al mal manejo de recursos públicos, el abuso de autoridad y la arbitrariedad por parte de servidores públicos, entre otros factores que son parte de una descomposición que no pinta un buen panorama.
En entrevista, el miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde 1990 citó al poeta chileno Nicanor Parra: “la izquierda y la derecha unidas, jamás serán vencidas” para reflexionar sobre el horizonte en México y el mundo que muestra un conflicto de opiniones poco fundamentadas y “una enredadera de sistemas amparados en la antaña corrupción”, como consecuencia de lo que ha sido la evolución ideológica en la ciencia social, en la que resulta sorprendente que muchos colegas –con su pleno derecho a comentar como cualquier ciudadano– no parecen interesados en aplicar su conocimiento especializado en el análisis de lo que está ocurriendo.
“Un tema que me interesa es develar un poco qué está escondido detrás de una noción de populismo que no está relacionada con los conceptos anteriores, ya que hay una discusión más densa, pero demasiado poblada acerca del término”, planteó el creador de la revista Argumentos y del Área de Investigación Problemas de América Latina de la División de Ciencias Sociales y Humanidades.
Yocelevzky Retamal relató que mientras cursaba la maestría y el doctorado en Escocia y Gran Bretaña, respectivamente, supo por una colega nicaragüense –vía correspondencia postal– que en México se había fundado una universidad con perspectiva social y aunque poco sabía del país y nada de la nueva Institución, una decisión fortuita lo llevó a la UAM, su casa desde hace 39 años, cuando ganó una vacante de académico en la Unidad Xochimilco, rodeada entonces de pastizales y vacas que caminaban en los jardines. En la esquina del Periférico vendían elotes cultivados en la zona, el transporte público rodeaba los canales y el paisaje alrededor sólo mostraba cosechas de la antigua ex Hacienda Coapa.
Así fueron los inicios de una sede educativa y de una trayectoria, ahora reconocida por el Colegio Académico de la Universidad con el nombramiento de Profesor Distinguido por méritos académicos, científicos y en la promoción de la cultura, además de las actividades de gestor en el Departamento de Política y Cultura que realiza “sin dejar de mirar sus orígenes en Chile”, de donde fue exiliado en diciembre de 1974 y cuyo decreto aún conserva en su cubículo.
“Poco sabía de México, pero en ese tiempo las opciones eran Venezuela o aquí, y la diferencia fue que la chilena Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales –en la que había estudiado– se trasladó al país en 1976, instalándose a un costado de El Colegio de México donde había algunos colegas y amigos, por lo que venir significaba retomar un hilo que ya tenía desde antes”.
La evolución de la UAM –en la que contribuyó a fundar el Doctorado en Ciencias Sociales y ha sido mentor de decenas de generaciones de profesionales– se observa no sólo en sus edificios, sino también en su consolidación académica, un proceso del que el homenajeado ha sido testigo, como responsable de la formación de alumnos y profesores, y la creación de programas de posgrado, que ha realizado en colaboración con otras instancias.
En diciembre de 1974, cuando el doctor Yocelevzky Retamal indagaba en materia de políticas de salud pública, en Chile se publicó un decreto nacional –que conserva impreso en papel periódico en su cubículo como memoria de su historia– en el que aparece en la lista de personas expulsadas, por lo que debía salir pronto; obtuvo una beca para continuar sus estudios en Europa, donde permaneció cinco años.
En Chile, con un territorio pequeño y una intensa vida política, hubo un primer intento reformista en sus años de universitario y en esa época se pensó que podría ser una opción la Revolución Cubana, el suceso más relevante de los últimos tiempos que culminó con la elección de Salvador Allende, al frente de “un gobierno que pretendía ser una alternativa al socialismo por la vía pacífica y dentro de las normas democráticas que funcionaban en el país desde la década de 1930. Nosotros como jóvenes éramos denominados en ese tiempo como castristas, sobre todo dentro de las ciencias sociales, que tuvieron una influencia enorme de la situación en la isla caribeña con la aparición del pensamiento crítico marxista”, explicó.
El pasado 9 de julio, en ceremonia celebrada en la Sala de Consejo Académico de la Unidad Xochimilco, el doctor Yocelevzky Retamal fue investido como Profesor Distinguido de la Casa abierta al tiempo.
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