Por: Redacción/

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador está ante la oportunidad única de hacer de la cultura la industria nacional de mayor potencia, aun más que la petrolera, pero para ello debe otorgar un mayor presupuesto a instituciones y programas específicos, así como apoyar proyectos de emprendedores en el sector, coincidieron especialistas.

En la Casa Rafael Galván de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) –sede de las Jornadas de diálogo: Programa Sectorial de Cultura Planeación y presupuesto para el desarrollo– el economista Ernesto Piedras insistió en que “hay que apostarle a ese rubro”, ya que las empresas creativas y la labor del artista no son valoradas en su justo medio, y este momento político es una oportunidad para diseñar y emprender estrategias distintas en torno al mercado de las artes.

La cultura vale por lo estético, lo social, por sus elementos de cohesión y su aporte económico; según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía genera 1.3 millones de empleos directos, 7.4 por ciento dentro del Producto Interno Bruto “si consideramos el componente digital”, pero no permea el mensaje de dar reconocimiento a los creadores también como agentes económicos”.

En ese sentido, el especialista dijo que ampliar el panorama de la economía del sector implica que no sólo se debe exigir a Alejandra Frausto, secretaria de Cultura federal, sino a los titulares de la Secretaría de Hacienda, del Trabajo, de Economía y otras donde tiene cabida la producción artística como industria y no sólo el ámbito recreativo.

Con el título El sector cultural: economía, empresas e industrias, la maestra Marcela Flores, gestora cultural del Grecu, planteó la emisión de una propuesta para las cámaras de Diputados y Senadores con el fin de discutir el presupuesto asignado al sector.

Para la periodista Elvira García el problema es que “no se ha vinculado al artista con esta necesidad de abrirnos a la visión de la creación de empresas e industrias culturales y se sigue viendo como un creador, pero aislado de las necesidades de la sociedad que quiere caminar hacia la generación de industrias culturales.

Los especialistas señalaron que urge mostrarle a la administración federal que el artista no sólo es un ente creativo, sino una persona económicamente activa, y hacer notar que la inversión en obras de teatro, exposiciones o centros de aprendizaje no sólo beneficia a la gente en el ámbito emotivo, de cohesión social o expresión personal, sino que son un activo financiero.

Con esta charla en la Casa Rafael Galván, las Jornadas –organizadas por Eduardo Cruz Vázquez, coordinador del GRECU– concluyeron y se espera que para diciembre se realicen otras en torno al primer año de gestión de Andrés Manuel López Obrador en materia cultural.

También estuvieron presentes Marissa Reyes, economista y maestra en Estudios Latinoamericanos; Alejandro Rosas Guerrero, director general de Planeación y Evaluación de la Secretaría de Economía, y Alejandro Ordorica, académico e integrante del GRECU, al que pertenecen también docentes y egresados de la UAM.