- La investigadora Laura del Alizal Arriaga explicó que es en su tercer año de gobierno que el presidente Andrés Manuel López Obrador muestra una definición de la política exterior basada en principios normativos.
Por: Redacción/
La administración federal está abandonando el “desinterés inicial” para participar ahora en la conducción de la política exterior mexicana en busca de un liderazgo en la región de América Latina y el Caribe, que “imagina acompañado de países que tienen una coincidencia ideológica, entre ellos Argentina, Bolivia y Cuba con los que es evidente el fortalecimiento de la relación bilateral”, señaló la doctora Laura del Alizal Arriaga, académica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En el marco de las Cátedras Universitarias del Departamento de Sociología de la Unidad Iztapalapa, la investigadora explicó que es en su tercer año de gobierno que el presidente Andrés Manuel López Obrador muestra una definición de la política exterior basada en principios normativos, sin olvidar el lema manejado durante sus tres campañas a la Presidencia de que “no hay mejor política exterior que la interna”.
La base que dibujó en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) al inicio de su gestión ponía énfasis en el principio de no intervención y llama la atención porque en este proyecto por fortalecer los vínculos en la región hay la intención correcta de incluir a Cuba y también darle voz a Nicolás Maduro, como ocurrió en reciente cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
“En su búsqueda de liderazgo regional, el gobierno mexicano ha contado con el apoyo irrestricto de la secretaria ejecutiva de la CEPAL, la mexicana Alicia Bárcena, pues sin duda es mejor que México evite una política de bajo perfil que no corresponde con su peso internacional”.
Sin embargo, esto tiene costos que hay que reflexionar, “aunque dudo que traerá deterioro de la relación bilateral con Estados Unidos, porque desde su inicio la administración de Joe Biden ha demostrado la importancia de sus vínculos con México, con una actitud mucho más tolerante y dispuesta a reconstruir la institucionalidad perdida durante los años de Donald Trump”.
En sus visitas de Estado al país, mandatarios de Argentina, Bolivia y Cuba han reconocido los aspectos relevantes de esa estrategia del gobierno mexicano, aseveró la doctora Del Alizal Arriaga en la conferencia La política exterior mexicana: una ruptura con el pasado inmediato.
El mandatario argentino, Alberto Fernández, “destacó la colaboración compartida en la producción de vacunas contra el COVID-19 que abre la posibilidad de acciones coordinadas en asuntos diversos de carácter regional y multilateral, como ocurrió en la postura común en torno a las violaciones de los derechos humanos cometidos a partir de 2018 en Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas”.
En tanto, Luis Arce, presidente de Bolivia, manifestó el agradecimiento por el apoyo de López Obrador a la salida de su país de Evo Morales y de un grupo de colaboradores cercanos, entre los que se encontraba el propio Arce.
En su momento, llamó la atención que dos días antes de la salida de Morales de su país, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) emitió un comunicado acusando a la Secretaría General de la OEA de intervenir en asuntos internos de los estados miembros, en referencia al pronunciamiento sobre Bolivia, la cual “fue la primera señal que tuvimos de que el gobierno mexicano estaba en desacuerdo con el desempeño de Luis Almagro como secretario de la OEA”.
Dicha discrepancia se aclaró cuando –en el marco del homenaje a Simón Bolívar en el Castillo de Chapultepec– el primer mandatario mexicano propuso la sustitución de la OEA por una “organización que no sea lacaya de nadie, similar a la Unión Europea”, y fue al final de la visita del presidente Arce cuando quedó de manifiesto el interés de México en erigirse como actor crucial para fortalecer la integración de los estados latinoamericanos y caribeños.
“De esta forma se hizo público el proyecto para cambiar la naturaleza del mecanismo de concertación política creado en 2010 y de ser un mecanismo de concertación política, que ahora la CELAC tendrá ese carácter de instancia promotora de la integración regional”.
Sin duda, lo más destacado de la cumbre fue seguir enfrentando de manera seria y con espíritu de cooperación la pandemia, lo que permite esperar que pueda tenerse el apoyo necesario para –de acuerdo con lo planteado por la CEPAL– contar con un Plan de Autosuficiencia Sanitario para América Latina y el Caribe, “aprobado por unanimidad en esa reunión bastante caótica”.
La conferencia La política exterior mexicana: una ruptura con el pasado inmediato fue moderada por el doctor Javier Rodríguez Lagunas, jefe del Departamento de Sociología, y contó con la presencia del doctor Juan Manuel Herrera Caballero, director de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Unidad Iztapalapa de la Casa abierta al tiempo.
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