Por: Redacción/
Más del 50 por ciento del oxígeno que hay en nuestro mundo se produce en el mar mediante la fotosíntesis desencadenada por el fitoplancton, microorganismo autótrofo fundamental en la vida del planeta.
Su presencia en los mares data de principios de la vida, pero actualmente la actividad antropogénica y los contaminantes que se vierten a los mares traen consecuencias aún no bien documentadas para estos organismos, que son base de los ecosistemas acuáticos al realizar fotosíntesis, proceso en echa mano del agua, sales nutrientes, bióxido de carbono y radiación solar, para producir oxígeno y la formación de diversos compuestos orgánicos como carbohidratos y proteínas.
“Al experimentar el impacto de los contaminantes, su ambiente también se altera; más aún, algunos desechos de las grandes ciudades sirven de alimento a microorganismos, causando las llamadas mareas rojas”, explicó Sergio Licea Durán, responsable del Laboratorio de Fitoplancton y Productividad del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.
Es indispensable estudiar a las especies de los ecosistemas marinos (su abundancia, diversidad y variación) para entender su funcionamiento. Conocer a estos organismos podría ayudar a obtener energía limpia mediante biocombustibles y algas, en particular las microalgas, debido a su rápida reproducción. Ésa es una de las razones por las que son necesarias sus colecciones.
De acuerdo con Licea, el planeta alberga cerca de seis mil especies de fitoplancton, pertenecientes a 18 grupos taxonómicos. En el laboratorio de la UNAM sólo resguardan dos grupos: Diatomeas y Dinoflagelados, los más abundantes y de los cuales se han registrado aproximadamente mil especies del Golfo de México y del Pacífico mexicano.
Algunas analizadas en el laboratorio universitario son endémicas, sobre todo de lagunas costeras como Tamiahua, la Laguna de Términos y la desembocadura de los ríos Coatzacoalcos y Grijalva-Usumacinta. La región del Golfo de México es diferente en cuanto a especies, debido a que en ese punto confluyen masas de agua diferentes.
Sergio Licea describió la especie Nitzschia bifurcata, una diatomea cuya característica es su pequeña dimensión (entre 10 y 15 micras de largo).
Otra más, descrita con el apellido del taxónomo, es: Thalassiosira licea. El nombre lo dio Greta A. Fryxell, investigadora reconocida internacionalmente y quien encargó a Licea el estudio de ese organismo, en sus años de estudiante de posgrado en el Departamento de Oceanografía de la Universidad de Texas A&M.
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