Por: Mugs Redacción
El final de la televisión analógica es un acto con tintes nostálgicos que al mismo tiempo abre puertas a nuevas formas de acceso e interacción con la información, señaló el doctor Eduardo Peñalosa Castro.
El rector de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) dijo se va “de la transmisión a la interacción; de la linealidad a las hipermediaciones; del consumo a la colaboración, y de lo monomedia a lo multimedia”.
Sobre la desaparición de la televisión analógica, Peñalosa Castro afirmó que será remplazado un equipo que tuvo presencia en el desarrollo de la cultura durante más de 60 años, con las implicaciones que generó su inserción en la vida de la gente, ya que “la cultura televisiva análoga marcó modalidades de vivencia y convivencia”.
Durante la presentación del libro Adiós TV. El final de la televisión analógica, compilado por el maestro Francisco Mata Rosas, resaltó que en la Unidad Cuajimalpa se expresa la importancia de los medios en las formas de participación de los sujetos mediante análisis e investigaciones sociales, pero también a través de lo artístico.
En esta publicación, añadió, se aprecian expresiones logradas de manera inmejorable respecto al papel que ha tenido el aparato de televisión en la vida cotidiana de la sociedad.
En la Librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica sostuvo que “existen ventajas en el cambio tecnológico, pero también debemos observar sus impactos y repercusiones, como el aumento de la diversidad y complejidad de los desechos que contaminan al ambiente, con una producción diaria de toneladas de basura electrónica y radioactiva”.
El doctor Felipe Antonio Victoriano Serrano, profesor-investigador del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Unidad Cuajimalpa, dijo que el “apagón tecnológico” no sólo afectará a un sector de la industria o a una rama de la productividad, sino que repercutirá en la economía en su conjunto.
Este apagón pareciera estar anunciando también un cambio de hegemonías al interior de la industria de las telecomunicaciones, asociado no sólo al volumen de inversión tecnológica y de infraestructura, sino “también al modelo de gestión empresarial de las propias estaciones de emisión que esta particular transmutación del espectro radioeléctrico viene a imponer”.
La doctora María Alejandra Osorio Olave indicó que con la desaparición de las televisiones análogas acaba una época, la cual formó parte central de la vida cotidiana de los hogares desde su aparición pública en 1929.
La profesora-investigadora adscrita al Departamento de Ciencias de la Comunicación reiteró que la desaparición de este aparato implica la pérdida de un objeto que modificó la forma de habitar el espacio, una relación social, cultural, emocional y estética.
El maestro Mata Rosas, académico del Departamento de Ciencias de la Comunicación, expresó que el libro es un proyecto colaborativo, convergente y de carácter híbrido que convocó a pensar la televisión desde la fotografía, a través de la red social Facebook para que sus usuarios enviaran gráficas de televisores analógicos.
El resultado fue la recepción de más de 600 imágenes de los más diversos orígenes y formatos para luego proceder a una selección con una perspectiva narrativa, cultural y estética.
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