- La propuesta es hacerlos sustentables para que desde el diseño original sean bioclimáticos, incorporen energías limpias –eólica o solar– sistemas estructurales, constructivos, ecológicos y reciclables.
Por: Redacción/
El COVID-19 ha trastocado el quehacer de los arquitectos, ante la necesidad de contar con sitios nuevos en beneficio de los habitantes de la ciudad, resaltaron participantes en la mesa Problemática hospitalaria y vivienda, organizada por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El doctor Salvador Duarte Yuriar presentó el trabajo Los espacios hospitalarios en la etapa Pos-Covid-19, un análisis de las modalidades de las instalaciones del tipo que se utilizan en China, Brasil, España y México para afrontar la pandemia y plantear posibles escenarios paa el corto y eln mediano plazos en los nosocomios del país, respecto de modelos y protocolos de atención, materiales y tecnologías de la información y la comunicación.
La propuesta es hacerlos sustentables para que desde el diseño original sean bioclimáticos, incorporen energías limpias –eólica o solar– sistemas estructurales, constructivos, ecológicos y reciclables, así como el concepto del paisaje y modelos estéticos que propicien en los usuarios emociones de placer y agrado.
El abordaje de escenarios con enfoques holístico y multidisciplinario; la realización de evaluaciones posocupacionales de los centros públicos y privados del sistema nacional de salud, y la inversión en su fortalecimiento son pasos fundamentales, expuso el académico del Departamento de Métodos y Sistemas de la Unidad Xochimilco.
En el estudio Vivienda y COVID-19: el fin de una era funcionalista y capacitista, la doctora Eska Solano Meneses señaló que debido a emergencia por el virus SARS-CoV-2 el hogar se convirtió en protagonista, por ser escenario de todas las tareas, lo que ha planteado la obligación de reconsiderar la accesibilidad, la inclusión, la salud, la dignidad y la calidad de vida, paradigmas invisibilizados hasta ahora.
La reconfiguración debe contemplar áreas flexibles y adaptables a las actividades derivadas del confinamiento: repensar las dimensiones; revalorar la importancia del soleamiento y ventilación, más allá de la experiencia estética; redimensionar la necesidad de lugares al aire libre, y valorar acabados en superficies que sean posibles vías de contagio”, expresó la docente del Departamento de Teoría y Procesos de la Unidad Cuajimalpa.
La arquitecta Vania Catalán Pérez, autora de la investigación Vulnerabilidad de la vivienda multifamiliar frente al riesgo sísmico de la Ciudad de México y su gestión a través de políticas públicas, dijo que alrededor de 30 por ciento de los capitalinos habita en un conjunto de este tipo, lo que hace relevante el tema, además del suelo propenso a riesgos y diferentes factores que suman vulnerabilidades: falta de la cultura de prevención; incumplimiento del reglamento de construcciones; uso de suelo no apto para morada, y obras sin supervisión adecuada ni permisos, entre otros.
Los especialistas deben participar desde la transdisciplina en los proyectos y normativas para generar recomendaciones con impacto en políticas públicas, fomentando la responsabilidad de los dueños de los inmuebles en el mantenimiento preventivo, el uso adecuado del edificio y la evaluación de daños en casos de sismo, argumentó la académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El espacio debe adaptarse a las exigencias de la mayoría, que en este caso está constituida por las mujeres, los menores de edad y los adultos mayores que según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el año 2020 representaron 72 por ciento de la población total, afirmó la maestra Laura Aranda Cortés.
En La vivienda con equidad advierte que debe incluirse la perspectiva de género en la arquitectura para que propicie la interacción de todas las personas en el hogar; la socialización y la participación en las medidas de preservación y atención; el compromiso igualitario; la autonomía de los dependientes, y las formas del trabajo remunerado.
El diseño con equidad implica partir de todas las diferencias tradicionalmente invisibilizadas; la corresponsabilidad de las tareas de cuidado y mantenimiento para la conciliación y la igualdad de oportunidades. El logro de esto requiere insertar a las mujeres en la toma de decisiones y en la creación de los espacios.
La maestra en psicología ambiental Eva Leticia Ortiz Ávalos, docente de la UNAM, abordó el proyecto Ventanas domésticas: escaparates del deseo por lo público, el cual considera que dichos elementos fueron fundamentales para aligerar el encierro durante la pandemia del COVID-19, ya que se convirtieron en una válvula de escape visual y anhelo de lo externo, al ser las mirillas para estar en contacto con el barrio, la naturaleza, las nubes e imponer puntos de vista nuevos.
Las ventanas domésticas reflejan lo que la sociedad piensa de sí misma; aquello que considera valioso; la construcción de sueños; la nostalgia, y la belleza de lo efímero detrás del cristal.
La mesa Problemática hospitalaria y vivienda –realizada en el marco del VII Congreso de las Mujeres en las Ciencias, las Humanidades y todas las disciplinas– fue moderada por la doctora María del Carmen Ramírez Hernández, adscrita al Departamento de Métodos y Sistemas de la Unidad Xochimilco de la UAM.
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