Por. Redacción/
El asalto se produjo este lunes de madrugada en una poblada zona de la capital afgana y ha provocado un mínimo de catorce muertos, según los informes preliminares de la Misión, mientras que fuentes periodísticas elevan el número de víctimas a unas veinticinco, nueve de ellas periodistas.
El número de heridos superaría la treintena.
El primer ataque se produjo a primera hora de la mañana en las cercanías de las oficinas del servicio de inteligencia afgano, mientras que el segundo tuvo lugar treinta minutos después y, según informaciones de prensa, lo llevó a cabo un individuo que se hizo pasar por cámara de televisión.
La detonación alcanzó a los periodistas que llegaron a cubrir el primer suceso y al personal de los servicios de emergencia que prestaban ayuda a las víctimas.
El representante especial del Secretario General para Afganistán, Tadamichi Yamamoto, condenó el asalto en los términos más enérgicos y mostró su indignación por el ataque a los periodistas en vísperas del Día Mundial de la Libertad de Prensa.
“Es un ataque directo a la libertad de expresión”, recalcó Yamamoto, quien expresó sus profundas condolencias a las familias de las víctimas y deseó una pronta recuperación de los heridos.
El jefe de la Misión pidió que se lleve a los responsables del ataque ante la justicia con la mayor brevedad posible.
El atentado fue reivindicado posteriormente por el grupo Estado Islámico.
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