Por: Redacción
El expresidente de Argentina dijo que el gobernante tiene que comprometerse ante el pueblo con la verdad, para encauzar la vida colectiva por el camino de las grandes realizaciones
El derecho está en crisis y la política en dificultades, planteó el expresidente de Argentina y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, Fernando de la Rúa, en conferencia impartida en la UNAM.
La dolida América Latina sufre las deformaciones de las democracias por la ficción de usar la apariencia como si fueran normas válidas, cuando se trata de abusos de poder; “dolores por la aparición de la inseguridad, por los silencios cómplices frente a las violencias que se producen”.
La región no encuentra, definitivamente, el rumbo para fortalecer las democracias, no en el camino de un progresismo –que no ha dado las respuestas anunciadas–, sino de la vigencia plena de los valores republicanos, como la libertad de los ciudadanos.
En el Aula Magna Jacinto Pallares de la Facultad de Derecho (FD) consideró que el gobernante tiene que comprometerse ante el pueblo con la verdad, para encauzar la vida colectiva por el camino de las grandes realizaciones.
Los gobiernos democráticos, abundó De la Rúa, deben trabajar para ofrecer a los ciudadanos la libertad y los resguardos para gozarla; acceso a la salud y la educación; protección frente a la inseguridad y la violencia, así como prevención del delito y el terrorismo. Sólo entonces las sociedades encuentran las respuestas adecuadas en ellos.
Pero no es fácil, se debe hacer una reflexión profunda de lo que precisamos en la zona, “porque esto no se resuelve sin un compromiso de todos. El gran problema es la indiferencia de la comunidad, que mira como si esas cosas ocurrieran lejos y no la afectaran directamente. Tenemos que pensar todos y transmitir los valores culturales de la defensa de la libertad, la seguridad y la paz”.
Para el expresidente argentino la democracia es igualdad y la república es libertad, y la vigencia de esta última se asegura por ciertos elementos básicos constituyentes de la separación de los poderes, como garantía de los derechos de los ciudadanos.
Hoy, prosiguió, está en boga la teoría de algunos gobernantes que establece que la república no importa, y que habiendo surgido de una elección pueden hacer lo que quieran. “Es una regresión en el sentido fundamental de la democracia y es aquí donde vienen los problemas de nuestra dolida América Latina”.
La antidemocracia dice que importa cómo llegó el gobernante, si fue elegido, y si es así, ya no interesa ni la oposición ni la libertad, y su poder es total. “Una cosa es la legitimidad de origen y otra la de ejercicio cuando se trata de ignorar la república o pisotearla”. Por eso, la Organización de Estados Americanos y las naciones deben advertir esos riesgos, para que no se extiendan ni se reproduzcan.
Otro problema que golpea a nuestras sociedades, añadió, es la inseguridad, la presencia del narco que domina regiones enteras (como la Provincia de Santa Fe, en Argentina, y otras de México) y que es un quiebre en la plenitud del orden jurídico, porque significa que hay grupos que se ponen al margen, con sus propias leyes, y a los cuales no llega el principio del derecho integrador y realizador.
Por ello, remarcó, el Estado tiene la responsabilidad de asegurar la vigencia de una democracia plena, que devuelva la libertad completa frente a esos y otros peligros. “Es fundamental para brindar seguridad a los habitantes”.
Con la representación del rector José Narro Robles, César Astudillo Reyes, abogado General de la UNAM, consideró que uno de los mayores problemas de la región es el alejamiento entre la norma y la realidad constitucional. “Estamos en presencia de democracias no consolidadas que advierten en sus sociedades problemas tan profundos como la desigualdad, la inseguridad, la delincuencia y el narcotráfico”.
No Comment