Por: Redacción/
Organizaciones feministas apuntaron que existe un incremento en la violencia contra las mujeres en México, además indicaron que la actual administración manda un mensaje de nula importancia para los derechos de las mujeres
“Parece que vivir una vida libre de violencia no necesariamente está en el número uno de la agenda de la política social, ese es un mensaje fuerte y claro que nos da esta administración”, dijo Tania Reneaum, Directora de Amnistía Internacional.
Las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), con corte al 30 de abril, revelaron que en el mes de abril se contabilizaron 68 feminicidios, una disminución del 10.5 por ciento de muertes respecto a marzo. A pesar de ello, los homicidios dolosos colocan a abril como el mes con más registros de este delito, con 267 asesinatos.
Los estados con un mayor registro total de feminicidios en los primeros cuatro meses del año son el Estado de México con 38, Veracruz con 29, Puebla con 25, Nuevo León con 24 y la Ciudad de México. Pese a ello, 13 entidades federativas tienen una tasa de feminicidios mayor a la media nacional, 0.47 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
En ese sentido, el estado más violento para las mujeres es Colima con una tasa de 127 feminicidios por cada 100 mil habitantes, le sigue Morelos con 124, Nuevo León con 0.86, San Luis Potosí con 0.75 y Puebla con 0.73 feminicidios por cada 100 mil habitantes.
En cuanto al homicidio doloso, el mes de abril obtuvo un incremento del 5.12 por ciento de homicidios dolosos respecto a marzo. Guanajuato es la entidad con más casos identificados, en el primer cuatrimestre del año, con 172, después se encuentra el Estado de México con 95, Chihuahua con 84, Michoacán con 82 y Baja California con 70.
Igualmente, 10 estados tienen una tasa de homicidios dolosos de mujeres por cada 100 mil habitantes mayores a la tasa nacional que es de 1.5. La mayor tasa de asesinatos la tiene Colima con 8.4, Guanajuato con 5.4, Chihuahua con 4.4, Baja California con 3.8 y Michoacán con 3.3 homicidios por cada 100 mil habitantes.
Wendy Figueroa, Directora de la Red Nacional de Refugios (RNR), expuso que “tenemos un problema de tipificación de los feminicidios, es importante resaltar que los homicidios dolosos contra mujeres es la intención de asesinarlas. Hablar de números es importante, da una guía, pero no nos olvidemos que hay un subregistro en el país.
Internacionalmente e investigaciones nacionales apuntan que hay una cifra negra que casi llega al 90 por ciento. Los datos que nos pueden dar ahorita solo son una pincelada de lo que sucede en el país”.
Tania Reneaum expresó que “vamos a sostener que, si hay un aumento, si únicamente decimos que la forma más extrema ha disminuido, con 68, sí ha disminuido, pero sigue siendo escandaloso. No nos acostumbremos a las cifras escandalosas. Tenemos indicios claros que la prevalencia de la violencia se ha mantenido y en algunas manifestaciones de la violencia ha aumentado”.
Por otro lado, el Secretariado Ejecutivo informó que la incidencia de violencia familiar disminuyó en este mes un aumentó un 22 por ciento. A pesar de esto, este ilícito aumentó 10 por ciento en los primeros cuatro meses del 2020 en comparación con el mismo periodo del año pasado, asimismo el rubro de violencia de género en todas sus modalidades incrementó un27 por ciento en el primer cuatrimestre de años respecto al mismo periodo del 2019.
Las llamadas al 911 relacionadas a incidentes de la violencia de género reportaron un decremento del 17 por ciento en el mes de abril. Hasta el momento, se han reportado 88 mil 803 llamadas de emergencia por este tipo de incidentes en el 2020.
“Hay que cambiar la forma como vemos los datos del 911, hay muchas llamadas donde cuelgan y la lectura es que es una broma. El silencio es una forma de comunicarnos, tenemos que cambiar las estrategias de intervención. Si hay un incremento de la violencia, no importa si hay uno por ciento o no subiera, las instituciones del Estado debería tener una acción puntal para garantizar los derechos de las mujeres, haya incremento o no”, expresó Wendy Figueroa.
La Directora de Amnistía Internacional sostuvo que la disminución de las llamadas al 911 por violencia familiar puede deberse a situaciones como la permanencia del agresor en los hogares o a que las mujeres realizan sus propios mecanismos de defensa ante estas amenazas, aunado a la incertidumbre que tiene la ciudadanía sobre los servicios del Estado.
MaÏssa Hubert Chakour, Subdirectora de Equis Justicia para las Mujeres, apuntó que las medidas de sanitarias complican el acceso de las mujeres a los servicios de protección del Estado. También, indicó que las investigaciones penales por violencia familiar en la capital del país disminuyeron un 20 por ciento, así como los servicios que brindan los centros de atención de violencia de género. A pesar de ello, comentó que llamadas a la línea de atención de asuntos de violencia contra la mujer de la Ciudad de México incrementaron un 97 por ciento.
La RNR notificó un aumento del 50 por ciento en los ingresos a refugios durante el confinamiento
Wendy Figueroa comunicó que, en los primeros dos meses del confinamiento sanitaria, los ingresos a los refugios para víctimas de violencia de género aumentaron en un 50 por ciento, mientras que recibieron un 80 por ciento más de llamadas y mensajes de auxilio. Por ello, subrayó que 780 llamadas de emergencia fueron realizadas por las redes de apoyo de la víctima, ya que el agresor se encontraba en su casa.
La Directora de la RNR agregó que el todas las mujeres, niñas y niños que acudieron a los refugios fueron víctimas de violencia familiar, asimismo destacó que el 5 por ciento de los menores de edad sufrieron abuso sexual durante el confinamiento. También, el 77 por ciento de las mujeres vivieron, principalmente, violencia emocional y económica.
“El confinamiento refleja que los espacios privados están siendo un caldo de cultivo para que las violencias se potencialicen. En otro contexto la violencia económica no esta tan presente como ahora. El Covid 19 aumentó la brecha de género e impactó de varias formas a las mujeres del país”, expuso Wendy Figueroa.
Ante la contingencia sanitaria, la RNR ha realizado 19 rescates a mujeres que viven violencia de género, cabe destacar que en tiempo no Covid la organización levaba a cabo un rescate al mes. Las llamadas de auxilio y rescate provinieron, principalmente, de la Ciudad de México y del Estado de México.
“No hay articulación en las acciones que está lanzando el Gobierno federal ni sus instituciones. La Secretaria Sánchez Cordero aseguro que se había llegado tarde a atender la violencia contra las mujeres. Estamos en un momento importante para una restructuración de estas acciones. Nuestra campaña de prevención, que lanzamos el 17 marzo, permitió a mil 200 mujeres, niñas y niños prevenir situaciones de riesgo, la prevención puede evadir el feminicidio. Estamos identificado que no somos prioridad en la agenda política de este país”, agregó Wendy Figueroa.
La medición de la violencia contra las mujeres debe ser múltiple
Las tres organizaciones coincidieron que la violencia contras las mujeres debe medirse de forma circular, así como analizar el contexto nacional que existe en cada momento. Ante esta situación, enfatizaron que el alza de denuncias se puede dar por un momento de confianza en las autoridades como el caso del 8 de marzo. En l actualidad, comentaron, que s han recibido testimonios de mujeres a las que las autoridades judiciales rechazaron su denuncia.
“Los homicidios dolosos de mujeres si son un indicador sobre violencia de género. El tema de cómo se lleva la investigación es mucho más complejo. El dato de incidencia es un dato bruto de lo que acaba de pasar, no es un dato del resultado de la investigación. Se debe tomar el número de carpetas de investigación como un indicador de calidad del servicio de las fiscalías, es decir el hecho de que puedan estar bajando las cifras de carpetas de investigación puede decir que hay un problema en el momento en que la ciudadanía se enfrenta a esas instituciones. El alza de las cifras se puede deber a un momento de mucha más confianza en la institución. En contextos de epidemia, nosotros hemos recibido testimonios de mueres que han sido rechazas por las fiscalías el momento de denunciar”, dijo MaÏssa Hubert.
Tania Reneaum puntualizó que para medir la violencia de género es necesario recurrir a los datos de incidencia delictiva, encuestas representativas, registros administrativos de los institutos de mujeres estatales y municipales, así como registros judiciales sobre denuncias y sentencias en este rubro.
“Un fenómeno como la violencia en contra de las mujeres no se puede medir solamente con un tipo de estadísticas. No podemos determinar que ha aumentado porque el 911 lo determina o ha disminuido porque los homicidios dolosos han disminuido. las mujeres deben tener mediciones múltiples, estamos hablando de la incidencia delictiva, pero tendríamos que revisar las encuestas representativas porque pueden mostrar escenas longitudinales. Los registros administrativos de los institutos de mujeres estales y municipales que tiene atención directa, registros judiciales de cuantas denuncias están entrando y cuantas sentencias están saliendo”, indicó Tania Reneaum.
MaÏssa Hubert apuntó que las instituciones de procuración de justicia suspendieron actividades esenciales para la protección de las mujeres. Por ello, exhortó a los Poderes judiciales operar ordenes de protección en materia penal y familia, medidas precautorias en materia familiar, las medidas de protección en materia penal, las pensiones alimentarias, centros de convivencia familiar, además de implementar estrategias de comunicación que difundan a la ciudadanía la existencia de estos servicios y la forma de acceder a ellos.
“Las instituciones de procuración de justicia han suspendido sus albores y eso ha colocado a las mujeres en estado de desprotección ya que quedaron fuera de operación asuntos como medias de protección, pensiones alimenticias, órdenes de protección que son temas básicos para la prevención de violencia y esta suspensión ha provocado la suspensión de los centros de justicia para las mujeres. Esto significa que la violencia se sigue expresando a través de los medios más accesibles en la situación de contingencia, pero el Estado está fallando en adaptar sus respuestas al contexto”, comunicó MaÏssa Hubert.
Las OSCs externaron que existe una necesidad de atender la violencia contra las mujeres, sin embrago, el Estado mexicano no cuenta con las estrategias adecuadas. Por último, exigieron al Presidente López Obrador invertir recursos y tiempo para garantizar una respuesta ante esta problemática.
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