Por: Redacción/
El confinamiento durante la crisis sanitaria por el coronavirus SARS CoV-2 ha brindado la oportunidad de reflexionar sobre la necesidad de reconfigurar las organizaciones y reconstruir el concepto de ciudadanía, coincidieron especialistas en el conversatorio Política hacia el COVID-19 y el rol de la participación social en México, organizado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Para el logro de esas metas debe replantearse la gestión y la planeación urbana para seguir formando ciudadanos, lo que surge del barrio y lo local, “que es donde nos podemos apoyar, porque hay actos solidarios entre vecinos y florece un universo amplio y rico de iniciativas de colaboración”, señaló el doctor René Coulomb Bosc, quien fuera investigador del Departamento de Sociología de la Unidad Azcapotzalco.
La cooperación entre la población ha sido cooptada por el sistema político, ya que los partidos han incidido en los métodos socio-organizativos, pero “no puede existir aportación cosmopolita verdadera sin una reforma radical del régimen político nacional, que sigue construido sobre el clientelismo”, dijo en el foro virtual Desafíos a las políticas post COVID-19, añadió.
La maestra Laura Zapata Carmona, doctorante en Ciencias Sociales de la Unidad Xochimilco, manifestó que la sociedad está en un proceso de aprendizaje de adaptación a patrones de interrelación –durante y después de la pandemia– en los que están articulándose actores de organismos antes dispersos y reorientándose medidas, en función de análisis colectivos que aún no son capaces de desafiar aspectos críticos del proyecto de nación ni los pasos que para enfrentar la enfermedad.
Hay una inhabilidad “para plantear políticas de gobierno en el marco de una nueva normalidad y de hacerlo en conjunto, ya que la intervención social está limitada y existe un doble discurso que genera desinformación y omisión en cuanto a las disposiciones sanitarias”.
La economía se ha priorizado por sobre lo sanitario y la incompetencia estatal ha impedido crear un pacto político y social que permita impulsar tareas de distinta naturaleza y ámbitos, lo que ha implicado que “se responsabilice a las personas de su salud y bienestar y se continúe con los mecanismos clásicos basados en transferencias, sin reconocer que la crisis no sólo es de carácter sanitario, sino que ha profundizado los problemas y vemos que el trabajo en los diferentes niveles de gobierno ha sido insuficiente,” precisó Zapata Carmona.
La socióloga Rosario Ortiz Magallón expuso que el coronavirus ha puesto en claro una crisis profunda del sistema económico que lleva alrededor de tres décadas con un mecanismo de privatización de los derechos humanos, además de que los mexicanos están en espacios de incertidumbre cuando se habla de nueva normalidad, pues la preocupación es que no sea regresiva en materia de garantías individuales.
El vínculo con el Estado desde una sociedad debe reconfigurarse, aun cuando ésta se encuentra indecisa, e intentando no perder lo ganado, puntualizó.
Jaime Rello, integrante del Movimiento Urbano Popular en la Ciudad de México, consideró fundamental recuperar el territorio como eje de las políticas públicas para avanzar hacia formas de organización innovadoras y el doctor Miguel Rodrigo González Ibarra –profesor del Departamento de Sociología de la Unidad Iztapalapa y miembro del grupo de investigación sobre foros sectoriales– sostuvo que “las grandes urbes y zonas metropolitanas entrañan alta tensión debido a la disputa por lo local y la falta de sensibilidad oficial”.
También por dejar a los habitantes a su libre albedrío en términos de opciones para atender la pandemia, ante lo cual es necesario recolocar la idea de la agenda participativa como una estrategia generadora de políticas integrales basadas en el territorio, la ciudadanía y la redes comunitarias”.
La normalidad que está emergiendo conlleva a enfrentar el miedo, desde el gobierno para fracasar en la articulación de desarrollos sociales creativos, en particular en el empleo, la salud y la economía, pero “llegó la hora de abrir espacios y motivar la incidencia” mediante la organización de proyectos colectivos, agregó el doctor González Ibarra.
El conversatorio estuvo moderado por las doctoras María del Pilar Berrios Navarro y María Luisa Mussot López, adscritas a los departamentos de Relaciones Sociales y de Sociología, de las unidades Xochimilco e Iztapalapa, respectivamente.
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