Por: Redacción/

El campo profesional ha dejado de ofrecer las prestaciones y las oportunidades de crecimiento que hasta hace poco se tenían, por lo que el emprendimiento es una opción de desarrollo laboral y personal, señaló José Isaac Mirón Zavala, estudiante de la Licenciatura en Biología Ambiental de la Unidad Lerma de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Durante el Circuito de Innovación en el 3er Encuentro Innovar para Educar ANUIES 2018, se refirió al proyecto Trax Innovation, un dispositivo electrónico que hace más eficientes los procesos de extracción y trituración de piedra caliza para la producción de cemento.

Trax Innovation obtuvo el tercer lugar de emprendimiento avanzado en 2017, luego de que a principios de ese año la UAM emitiera una convocatoria a realizar un curso en línea sobre la materia del cual fueron seleccionados 25 jóvenes que viajaron a la Universidad de Boston, Estados Unidos, para desarrollar esta idea en conjunto con el reconocimiento de inversionistas privados, indicó Diana Valencia Morales, egresada de la Licenciatura en Diseño de la Unidad Cuajimalpa.

El equipo está conformado por Mirón Zavala y Valencia Morales; Francisco Grande Vega, Omar Labastida y Emilio Uriarte Reyes, alumnos del onceavo y décimo trimestres de las ingenierías en Mecánica, Electrónica e Industrial de la Unidad Azcapotzalco, además de Adrián Noriega y Carlos Fernández, egresados de Marketing de la Universidad de Guadalajara y de Finanzas de la Quinnipiac University, Estados Unidos, en ese orden.

La industria cementera casi no ha evolucionado desde su creación y este desarrollo enfoca su interés en reducir los tiempos muertos de producción con un instrumento equipado con sensores ultrasónicos que evalúa la cantidad de material entrante en la máquina trituradora para crear comunicación entre el dispositivo y los operadores, y así indicar el momento de poner más material, ahorrando energía y eficientando la extracción de recursos, subrayó Labastida.

Otra idea de éxito es la de Diego Cárdenas, fundador de Bamboocycles, una empresa dedicada a diseñar y fabricar cuadros de bicicletas para ciudad, ruta o montaña, usando como materia prima bambú yucateco y fibra de carbono jalisciense, que ofrece a sus clientes la posibilidad de seleccionar los componentes y diseños a modo de satisfacer necesidades individuales con un estilo propio.

Ese medio de transporte puede resolver en gran medida el problema de movilidad en la Ciudad de México, por lo que luego de una investigación sobre su diseño e historia “descubrí que desde hace cientos de años se fabrican en otros países bicicletas con bambú, por lo que rescaté la idea y la traje al México actual, dijo el egresado del Centro de Investigaciones de Diseño Industrial de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Por su funcionalidad, ergonomía y alta estética en sus diseños, Bamboocycles ha evolucionado sus diseños desde que apareció el prototipo inicial en 2008 hasta los modelos más recientes pensados para niños menores a cuatro años.

La bicicleta ha obtenido el Premio Quorum de transporte en 2010 y la Bienal Iberoamericana de Diseño en 2012, gracias al trabajo comprometido y constante de este diseñador y a las cualidades del bambú, el cual es capaz de producir hasta 30 por ciento más oxígeno que los árboles, además de crecer a gran velocidad llegando a aumentar hasta un metro por día, apuntó Cárdenas.

Durante el Tercer Encuentro Innovar para Educar de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior realizado en la Unidad Xochimilco de la UAM, Andrés Lhima, diseñador de producto, aseguró que todo gran proyecto inicia creyendo en uno mismo, en la cercanía de las metas y en el trabajo arduo que se construye diariamente con paciencia y actitud.

Sobre el carácter lúdico y figurativo de sus diseños, mencionó que algunas piezas muy conocidas entre los jóvenes como el luchador destapador o la Mamá canguro que es una azucarera, han ganado el Premio Nacional de Diseño en Acero Inoxidable, el Alessi in Love o el Premio UNAM Bebedero para espacios exteriores.