Por: Redacción/
La Organización Mundial de la Salud ha determinado que el brote de ébola en la República Democrática del Congo no supone, por el momento, una emergencia sanitaria internacional.
“No se reúnen las condiciones para declarar una emergencia sanitaria de preocupación internacional, aunque hay desafíos importantes, como el riesgo de una propagación rápida”, dijo en rueda de prensa el presidente del comité de emergencia de la OMS, Robert Steffen.
Hasta el 17 de mayo, se ha informado de 45 casos, de los que 25 han fallecido. De esos 45 casos, 14 han sido confirmados.
El brote se declaró el pasado 8 de mayo en la provincia de Equateur, en Bikoro, una zona remota y a la que resulta difícil llegar. Los retos logísticos son inmensos debido a las malas condiciones de las infraestructuras en el país. Resulta difícil investigar los casos y llevar vacunas y medicamentos a las personas que ya han enfermado.
La transmisión de la fiebre hemorrágica a una zona urbana supuso un nuevo escenario. La ciudad de Mbandaka, con un caso confirmado, se encuentra a una hora de la capital Kinshasa y está situada a orillas del río Congo, una vía altamente transitada.
“Hemos evaluado el riesgo de propagación. A nivel nacional es muy alto y es alto en la región, mientras que el riesgo global es bajo. Esto es porque Mbandaka está conectado con Kinshasa por avión y se encuentra en el río Congo”, explicaba Tairk Jasarevic, portavoz de la Organización. El río Congo, que hace de frontera entre la República Democrática del Congo y la República del Congo, tiene mucho tráfico fluvial.
Otro punto de preocupación es que tres sanitarios se han enfermado, aumentando el riesgo de contagio.
Sin embargo, el comité ha tenido en cuenta que la respuesta conjunta del Gobierno, la OMS y otras organizaciones ha sido “rápida e integral” y creen que “el brote puede controlarse”.
Vacuna experimental
Además, el país recibió esta semana más de 4000 dosis de la vacuna experimental contra el ébola, que ya demostró su eficacia en un episodio registrado en el Oeste de África hace unos años, y se espera que reciba más dosis próximamente.
El comité recomienda que la respuesta siga siendo “vigorosa”, ya que de no ser así la situación “podría deteriorarse significativamente”, y pide que la comunidad internacional la apoye.
Asegura que “es especialmente importante” que no haya restricciones al comercio y los viajes internacionales. Sin embargo, los países vecinos tienen que aumentar la vigilancia, por lo que recomienda hacer pruebas de salud en las terminales de salida de los aeropuertos y puertos cercanos al río Congo, aunque no en los más alejados.
Si el brote se extiende, el comité de emergencias se volverá a reunir para reconsiderar su decisión.
Una crisis de salud se vuelve una emergencia global si cumple tres criterios estipulados por la OMS: debe amenazar a otros países mediante la transmisión internacional del mal, debe ser una situación “grave, inusual o inesperada” y puede requerir una campaña internacional para contenerla.
La última epidemia de ébola tuvo lugar en África occidental entre 2014 y 2016 y causó más de 11.000 muertos en Guinea, Sierra Leona y Liberia.
UNICEF lanza una campaña de prevención
UNICEF está movilizando a cientos de trabajadores sociales para que informen a los niños y sus familias sobre cómo protegerse de la enfermedad. Estos trabajadores también participarán en la campaña de vacunación.
La información sobre la enfermedad se diseminará a través de la radio, instituciones religiosas, mercados, escuelas y asociaciones juveniles.
“Es crucial que las comunidades entiendan cómo protegerse en casa y los lugares públicos, sobre todo en los centros médicos y las escuelas”, explica el representante de UNICEF en el país, Gianfranco Rotigliano. “Las experiencias anteriores nos muestran que cuando involucramos a las comunidades en la prevención, tenemos mejores probabilidades de contener la enfermedad”.
UNICEF está repartiendo, además, tabletas para purificar el agua en los centros de tratamiento de Bikoro y Mbandaka y ha instalado puntos de desinfección en otros cuatro centros médicos.
También ha puesto en marcha sitios para lavarse las manos en 50 escuelas de Mbandaka y 72 de Bikoro y ha repartido termómetros para que si algún niño tiene fiebre se detecte con rapidez. “Haremos todo lo posible para que las escuelas estén seguras y para que no se interrumpa la educación de los niños”, dijo Rotigliano.
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