Por: Redacción/
Desde el pasado sábado, unas 629 personas están a bordo del Aquarius, entre ellas, más de cien niños. La nave se encuentra entre Malta e Italia, y hasta el momento, ningún país había aceptado el desembarco.
“La gente está en peligro, se están quedando sin provisiones y necesitan ayuda de inmediato”, declaró Vincent Cochetel, enviado especial de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados para el Mediterráneo Central.
Según un comunicado de ACNUR, el Gobierno español ha decidido recibir a los pasajeros del Aquarius en sus costas. Javier Martos, director ejecutivo de UNICEF Comité Español, ha declarado que le alivia recibir la noticia y ha mostrado especial preocupación por los 123 niños, que viajan tanto solos como acompañados, y que son especialmente vulnerables a la trata de seres humanos y a la explotación sexual.
No debemos dejar que Europa se deshumanice y cierre los ojos ante una realidad de la que nos separan escasos kilómetros
“No debemos dejar que Europa se deshumanice y cierre los ojos ante una realidad de la que nos separan escasos kilómetros”, añadió.
El representante ha señalado que los pasajeros, como muchos otros que llegan a Europa, buscan nuevas oportunidades lejos del conflicto y la miseria, y que negarles el desembarco va en contra de los estándares de derechos humanos y los principios de asistencia humanitaria.
“Llevamos tiempo incumpliendo muchos de los compromisos alcanzados en materia de refugiados y migrantes. No se están utilizando los mecanismos previstos para reasentar o reubicar a niños en condiciones de seguridad, y tampoco se están facilitando nuevas vías legales y seguras que impidan que se sigan perdiendo vidas en el mar”, declaró el representante.
Las condiciones precarias de este tipo de viajes convierten el reasentamiento en una necesidad urgente, de tal manera que todos los pasajeros puedan recibir los cuidados que precisan, especialmente los más pequeños. “Tal y como ha señalado el Comité de los Derechos del Niño, es urgente que España aumente y mejore la calidad de la atención del sistema de protección de menores”, concluyó Javier Martos.
Por su parte, ACNUR, ha reiterado que no se puede cuestionar el principio de rescate y el incidente no puede servir de precedente, sino que debe fomentar la colaboración entre los gobiernos a la hora de abordar este tipo de cuestiones.
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