Por. Redacción/
António Guterres, que se autodefinió como feminista, elogió a las mujeres de todo el mundo que cuentan sus historias y provocan debates importantes y necesarios.
“En los pueblos y ciudades; en las salas de juntas y dormitorios; en las calles y en los círculos de poder, las mujeres y las niñas denuncian comportamientos abusivos y actitudes discriminatorias “, dijo António Guterres en la inauguración del sexagésimo segundo período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer.
“Vivimos en un mundo dominado por hombres. Siglos de patriarcado y discriminación han dejado un legado dañino”, resaltó.
António Guterres denunció que las actitudes y estereotipos sexistas continúan presentes hoy en día en los gobiernos, el sector privado, el mundo académico e incluso en organizaciones internacionales como Naciones Unidas.
Recordó también que las mujeres ocupan menos del 30% de los empleos de investigación y desarrollo en todo el mundo, pese a ser pioneras en campos como la ciencia y las matemáticas. También explicó que su habilidad diplomática a la hora de negociar o comunicar no se ve reflejada ante las Naciones Unidas, ya que tan sólo un 20% de los embajadores son mujeres.
“Sólo cuando logremos cambiar estas estadísticas podremos decir verdaderamente: estamos en una nueva era para las mujeres y las niñas”, dijo.
El titular de la ONU destacó que las mujeres indígenas, las viudas, las que sufren una discapacidad y las que no se ajustan a las normas de género son las que se enfrentan a los mayores desafíos.
La mujer rural continúa sufriendo discriminación
A continuación, destacó la marginación a la que se ven sometidas las campesinas, colectivo al que se dedica prioritariamente esta edición de la Comisión.
Pese a la falta de acceso a la atención médica, la educación y la tecnología que sufren, son a menudo la columna vertebral de sus familias y comunidades, gestionando la tierra y los recursos.
Guterres indicó que la Comisión lidera el proceso de escuchar y apoyar a las mujeres y resaltó la asociación con la Unión Europea, a través de la iniciativa Spotlight, para poner fin a la violencia de género y el desarrollo de programas que tratan el problema del femicidio en América Latina.
Logros en paridad en Naciones Unidas
El Secretario General también recordó los esfuerzos que ha realizado en Naciones Unidas en materia de paridad. Por primera se ha alcanzado la igualdad en el número de puestos entre el grupo de alta dirección y prevé que, para el año 2021, la paridad se logrará entre el personal de categorías superiores. A todos los niveles, esta debería conseguirse en 2028.
Guterres destacó su compromiso con la tolerancia cero del acoso sexual e indicó el establecimiento de planes para mejorar la presentación de denuncias y la rendición de cuentas.
“Pero el cambio debe ir más allá de estrategias y estadísticas. Me comprometo a transformar la cultura de las Naciones Unidas, a crear un entorno propicio para todos”, indicó.
Las mujeres son las principales víctimas de la violencia terrorista
En un acto paralelo, el secretario general adjunto de la Oficina de Lucha contra el Terrorismo manifestó que en muchas ocasiones las mujeres son las principales víctimas de la violencia terrorista, pueden ser estigmatizadas y sufrir consecuencias negativas si tienen familiares asociados con el terrorismo.
Vladimir Voronkov destacó que los grupos terroristas siguen aprovechando la dinámica de género para promover sus objetivos y usan la violencia sexual como táctica para dominar a las mujeres y las niñas y limitar sus derechos, como se ha visto en Nigeria, Siria, Afganistán y otros países.
Voronkov recalcó que las mujeres son actores clave en la “lucha contra el terrorismo y el extremismo violento y muchas están realizando una labor vital sobre el terreno. Su participación es fundamental para lograr una paz sostenible. Sin embargo, a menudo no participan suficientemente en los esfuerzos de lucha contra el terrorismo”.
Por su parte, la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, dijo que casi un tercio de las mujeres empleadas a nivel mundial trabajan en el sector agrícola.
“Hay cuatrocientos millones de mujeres que trabajan en el campo. Trabajan principalmente como pequeños agricultores y trabajadores agrícolas e informales con poca o ninguna protección social, y casi ninguna visibilidad. El mundo come todos los días porque trabajan duro”.
Añadió que millones de mujeres y niñas en zonas rurales de todo el mundo proporcionan atención no remunerada en sus hogares, alimentan a sus familias y siguen perdiendo oportunidades para su propio crecimiento.
“Esta Comisión espera cambiar la situación”, destacó Mlambo-Ngcuka.
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