Por: Redacción
Con el esquema de precios al alza de las gasolinas se beneficia a grandes grupos monopólicos privados nacionales y extranjeros, afirmó Alejandro Álvarez, académico de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM.
Cuando se aprobó la reforma energética, el gobierno argumentó que ya no habría más aumentos en la gasolina. Ahora sube en promedio entre 15 y más de 20 por ciento.
“Y si estimamos que un tercio del precio de la gasolina va al impuesto especial a producción de servicios y al IVA, eso significa que con la liberalización en realidad el gobierno recaudará en impuestos alrededor de 300 mil millones de pesos, y poco más que eso se van a echar a la bolsa los grandes grupos privados que, además, no pagan impuestos”, resaltó durante la conferencia El gasolinazo y las reformas estructurales, efectuada en el aula magna Jesús Silva Herzog.
Por esta razón, prosiguió el especialista, la reforma es un fracaso y “la crisis financiera ya asoma de nuevo la cabeza sobre las finanzas públicas y privadas de los grandes corporativos. Eso es lo que está determinando el adelanto en la liberalización del precio de la gasolina”.
Fabio Barbosa, del Instituto de Investigaciones Económicas, junto con Alejandro Álvarez y María de la Luz Arriaga, también de la FE, urgieron a disminuir el consumo de hidrocarburos, pues el progreso de un país se calcula en la medida en que se transite a nuevas fuentes de energía, y con la dependencia cada vez menor del modelo fósil.
Para mejorar la oferta de combustibles en el país, propusieron rehabilitar las seis refinerías existentes, a fin de aumentar la producción y el abasto nacional de hidrocarburos. “Sólo esta medida permitiría incrementar el abasto en un volumen equivalente a una nueva refinería de 250 mil barriles diarios”, afirmó Barbosa.
Los especialistas señalaron la necesidad de construir nuevas “plantas de refinación pequeñas” y abandonar los proyectos “faraónicos”; además, en un programa de emergencia, intentar incluir a pequeñas industrias. “La generación de combustibles sólo es positiva cuando se permite participar en el abasto y proveeduría a pequeñas y medianas empresas”.
De igual manera, alertaron sobre la extrema vulnerabilidad de nuestra economía y la dependencia indignante frente a la estadounidense. “No podemos decir que ha sido aleatorio, son políticas deliberadas”, destacó Barbosa.
El desmantelamiento de la industria petrolera y la no inversión en refinerías, llevando al uso de su capacidad instalada a sólo un 40 por ciento, han sido políticas intencionales para entregar el petróleo nacional a las empresas transnacionales, acotó.
Finalmente, Álvarez comentó que el aumento al precio de las gasolinas de hasta 24 por ciento a partir del primero de enero, es una muestra contundente del fracaso de las reformas energética y hacendaria. Asimismo, destacó la contradicción flagrante del discurso oficial. “Todo esto explica la protesta social por todos los rincones del país”.
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