Por: Redacción
Es un trastorno del sistema inmune donde éste desconoce las plaquetas del paciente y las destruye.
Es una enfermedad benigna que predomina en 70 por ciento en mujeres y 30 por ciento en hombres jóvenes y en edad productiva.
La púrpura trombocitopénica es un trastorno del sistema inmune donde éste desconoce las plaquetas del paciente y las destruye, que además no tiene una causa obvia. En muchas ocasiones los pacientes no tienen síntomas y se manifiesta principalmente con moretones en la piel que aparecen de manera repentina.
Una persona saludable tiene un promedio de 300 mil plaquetas (trombocitos), pero quienes padecen de púrpura pierden con gran velocidad plaquetas y llegan a descender a mil o incluso a cero en sus formas más graves, razón por la que el paciente debe ser valorado por un hematólogo.
El jefe de la Clínica de Hemostasia y Trombosis del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza, Jaime García Chávez, destacó que una vez hecho el diagnóstico de púrpura, se indica una serie de estudios para descartar otras posibles causas de que bajen las plaquetas, ya que también puede ser por leucemia, algunos tipos de cáncer, sarampión o un virus.
Explicó que la púrpura es una enfermedad benigna que predomina en mujeres en 70 por ciento y el 30 por ciento lo padecen hombres jóvenes y en edad productiva. Esta enfermedad no es genética, no es hereditaria, ni se contagia.
Agregó que con atención adecuada, la población adulta joven tiene un porcentaje de curación de 70 por ciento y en los bebés hasta 95 por ciento logra recuperarse.
El hematólogo indicó que la atención para los pacientes con púrpura se brinda en tres niveles de tratamiento, conocidos como tratamiento de primera línea, de segunda línea y el de tercera línea, y también los hay experimentales. Se ha demostrado que siete de cada 10 pacientes se curan en las primeras tres líneas de tratamiento y el resto son tratados con medicamentos en etapa experimental, cuya fase de investigación está muy avanzada.
El especialista comentó que la púrpura es un padecimiento benigno, tratable y tiene una incidencia de cinco casos por cada 100 mil habitantes; se considera de las enfermedades llamadas huérfanas porque son de baja prevalencia, pero alarmante por sus manifestaciones.
El doctor García Chávez dijo que un paciente puede curarse o entrar en una fase llamada de remisión compleja, que es cuando recupera su cuenta plaquetaria normal.
Aunque ya estén curados, puede haber condiciones que hacen que el paciente recaiga: estrés excesivo e infecciones agudas, generalmente virales, que pueden ser respiratorias o digestivas, que vuelven a reproducir el cuadro, por lo que hizo un llamado a las personas que tuvieron púrpura a evitar dichos factores de riesgo.
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