Por: Gabriela Espinoza 

Las mujeres en México desde los 15 años soportan agresiones por parte de su pareja, el 44 por ciento violencia psicológica, el 35.4 por ciento económica, el 27.3 física y el 7.8 sexual, informó Luz María Rocha Jiménez, profesora de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, después de realizar un estudio sobre divorcio.

Aseguró que en la mayoría de los casos son las mujeres quienes rompen el vínculo del matrimonio, después de soportar años de sometimiento psicológico, económico, patrimonial, físico o sexual, a causa que desde pequeñas se les estereotipa con un papel de subordinación, donde generalmente pasa de una dependencia de los padres a la del marido, quien tiene el control.

Dijo que la violencia usualmente inicia en el noviazgo, cuando los jóvenes pellizcan, empujan, devalúan, ignoran o controlan a la novia. Ninguno de los dos considera que esto sea irrespetuoso. Después, al casarse hay más confianza y el hombre tiene mayor control, pues considera que ella es de su propiedad. La situación sube de tono y termina en una relación destructiva.

Debido a que las mujeres por vergüenza, temor o porque se niegan a aceptar que su familia es disfuncional, tienden a ocultar que son objeto de violencia, por lo que las estadísticas no corresponden a la realidad,  subrayó la profesora. Además indicóno se divorcian por la falta de una red de apoyo, principalmente familiar, pues los progenitores consideran que los esposos tienen derecho sobre ellas y deciden no involucrarse.

La falta de información sobre sus derechos o la carencia de un empleo también influyen. Es común que nunca hayan tenido un trabajo remunerado, lo que les genera temor de no poder sobrevivir sin su pareja. La dependencia económica es un factor decisivo, recalcó.

Concluyó que una jovencita puede detectar esta situación al no sentirse plena en su relación. Existen instancias de protección a donde pueden acudir. Incluso hay refugios en donde son recibidas con sus hijos; ahí las resguardan para que el marido no las encuentre y tomen el tiempo necesario para buscar un nuevo hogar y adaptarse.