- Por lo general los incendios en áreas tropicales de México, (en el sureste) se relacionan con el fenómeno de El Niño, mientras que para el norte se vincula con La Niña.
Por: Redacción/
En este año es probable que se registre una cifra importante de incendios forestales en México, estimó Christoph Neger, investigador del Instituto de Geografía de la UNAM, quien recordó que mientras en 2020 la incidencia fue menor, en 2019 fue alta.
Al participar en la charla “Los incendios forestales: reto para la conservación de los bosques tropicales de México” indicó que en nuestro país hay una incidencia importante de estos fenómenos, toda vez que cada año se registran más de siete mil con una afectación promedio de 443 mil hectáreas, que equivalen a dos veces y media la superficie de Ciudad Universitaria, aunque las cifras varían. Es decir, hay épocas en las que no llega a las 100 mil hectáreas afectadas, pero en otras alcanza hasta un millón.
Resaltó que por lo general los incendios en áreas tropicales de México, (en el sureste) se relacionan con el fenómeno de El Niño, mientras que para el norte se vincula con La Niña. El primero representa mayor riesgo, sobre todo en los bosques tropicales del sureste.
Tienen diferentes impactos y no todos son negativos, porque existen bosques donde el fuego es parte de los procesos ecológicos que ahí se desarrollan de forma natural. Sin embargo, en la mayor parte del mundo estas áreas han sido alteradas por la actividad humana, indicó.
El experto detalló que entre los efectos negativos de los incendios forestales están la pérdida de vegetación, biodiversidad y de los servicios ecosistémicos; la muerte de animales silvestres; erosión del suelo; fallecimiento de personas y lesiones, en particular de brigadistas; daños a la salud de la población por el humo provocado por el fuego fuera de control.
Asimismo, afectaciones al tráfico vehicular y aéreo por humo; muerte de ganado y pérdidas materiales, daños en cosechas e infraestructura, además de su contribución al cambio climático, pues estos fenómenos generan 15 por ciento de las emisiones que alteran la composición de la atmósfera mundial.
Son un fenómeno que ocurre a nivel global, se registran en todos los continentes de manera natural, con excepción de la Antártida. Con anterioridad sucedían por rayos, los estudios indican que con el cambio climático el riesgo de incendios aumentará en diversas partes del mundo, “esto ocurre cuando las temporadas de secas se vuelven más largas e intensas”.
Expuso que los países con mayor probabilidad de incendios forestales destacan África Subsahariana, Australia, Rusia, el Oeste de Estados Unidos, Indonesia y la Amazonia, Brasil.
Christoph Neger comentó que si bien el porcentaje de siniestros en el país es menor a 10 por ciento de toda la superficie que se quema en el mundo, es importante estudiar estos fenómenos en bosques tropicales y prevenirlos, sobre todo por los servicios ecosistémicos indispensables que proporcionan a la sociedad, como la captura y almacenamiento de agua.
Destacó la sensibilidad de los bosques frente a este fenómeno, debido a su fragmentación que los hace más vulnerables. “Debemos conservar selvas y bosques, sobre todo aquellos en los que estaban casi ausentes estos fenómenos; en una selva alta perennifolia, por ejemplo, ocurrirían en un orden de siglos”.
Sin embargo, prosiguió, la actividad humana ha hecho que este proceso se acelere debido a que las comunidades rurales utilizan el fuego para sus tareas agropecuarias, como herencia del sistema tradicional de roza, tumba y quema a fin de preparar las tierras para el cultivo.
Para prevenirlos manifestó que es importante llevar a cabo un manejo adecuado del fuego que incluya: prevención física (brechas cortafuego); sensibilización de la población para que realicen sus actividades agropecuarias de manera segura.
El universitario apuntó que de marzo a junio se registra el mayor número de incendios forestales, aunque los principales son abril y mayo.
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