- A la vista de los sectores políticos del estado y de la facción progresista de su partido, sería el candidato de la ultraderecha.
Por: Israel Mendoza Pérez-@imendozape/
Tener el respaldo del exgobernador Emilio González y de la Coparmex de Jalisco, para sus aspiraciones presidenciales son señales suficientes para desconfiar del gobernador Enrique Alfaro.
A la vista de los sectores políticos del estado y de la facción progresista de su partido, sería el candidato de la ultraderecha.
Desde que Enrique Alfaro sugirió no caer en la tentación de que Movimiento Ciudadano y algunos gobernadores fueran una oposición radical, el gobernador comenzó a tener acercamientos con los grupos de derecha en Jalisco encabezados por el exgobernador Emilio González, el cardenal de Guadalajara, Francisco Robles Ortega y los empresarios conservadores de la Coparmex.
El primer paso es disfrazar su intención a través de un nuevo bloque de mandatarios. Declararse de centro, pero detrás de esa máscara se encuentran los intereses económicos y políticos de la ultraderecha.
Primero que busca zafarse de la Alianza Federalista ya que no quiere negociar con algunos gobernadores de ese bloque, su interés de estar en las boletas en 2024. Y la Conago, por el momento, se encuentra más apegada a la 4-T.
Y es que Alfaro no quiere recordar cuando le ofrecieron dejar el movimiento de Dante Delgado Rannauro y sumarse a las filas del proyecto transformador. Se inclinó por Movimiento Ciudadano, pero ante el escenario actual y los destapes, prematuros, en Morena ya alista sus pasos como presidenciable.
Por ello es que ya soltó su declaración: “Si Dios me da vida y salud, en el 2024 voy a estar en la primera línea de batalla para evitar que este proyecto de País que nos está llevando a un barranco, continúe”.
Pero ya se hizo más evidente su línea conservadora al ser Emilio González Márquez quien le alzó la mano y lo declaró un candidato representante de la posición para enfrentar a Morena en 2024.
A esto, se suman los vínculos con la Coparmex a través de su exdirigente Juan Arturo Covarrubias Valenzuela, dueño de Grupo Motormexa que son parte de la estrategia que traza Alfaro para llegar a los demás círculos de poder institucional y fáctico que conviven en el estado y que se necesitan para sus aspiraciones políticas a futuro.
A este último lo ha beneficiado con adjudicaciones y gozado de impunidad pese a las tres denuncias existentes en su contra ante la fiscalía general de Justicia de Jalisco, con los números 21480/17Ag8; 36238/19Ag8, y 461280/96-r/Ag21, por el delito de extorsión
Covarrubias presume su amistad con el titular de la Dirección de Proyectos Estratégicos de Jalisco, Juan Bernardo Covarrubias del Cueto, de quien se dice familiar cercano, así como también con altos funcionarios de la Fiscalía del estado.
Además, en todo momento, presume su cercanía con el gobierno estatal que encabeza Enrique Alfaro, así como con las más altas autoridades del municipio de Zapopan, donde tiene radicadas sus empresas.
Hasta antes de los comicios del 6 junio, Alfaro era una de las cartas fuerte de Dante Delgado. Ahora sus devaneos y grupos que lo rodean, lo encasillan para formar una corriente de derecha dentro de Movimiento Ciudadano.
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