Por: Redacción 

Durante la Época de Oro del cine mexicano el cineasta Julio Bracho marcó un punto de inflexión debido a su habilidad para tomar elementos de diferentes géneros y añadirlos a un filme de cine negro, expuso Armando Casas durante la sesión inaugural del ciclo Charlas sobre cine y literatura dedicado al film noir nacional, que se llevó a cabo el 3 de octubre en la Sala 4, Arcady Boytler.

Organizado por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la Dirección de Literatura de la UNAM y la Cineteca Nacional, el ciclo tendrá sesión cada lunes y retomará obras de la literatura que han sido adaptadas a la pantalla dentro del género de cine negro. En esta primera ocasión, Distinto amanecer (Julio Bracho, 1957) fue comentada por Casas y por Alejandro Pelayo, director general de la Cineteca Nacional.

“Dentro de su época, Julio Bracho era el director que todos conocían como el hombre intelectual”, aseguró el ex director del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) respecto al aclamado realizador. “Con esta película podemos diferenciarlo de otros cineastas más orientados a lo popular”.

Distinto amanecer narra la historia de Octavio (Pedro Armendáriz), compañero de un líder sindical asesinado, quien busca unos documentos que comprometen al autor del crimen. Al ser perseguido, Octavio se encuentra con Julieta (Andrea Palma), una antigua compañera de quien estuvo enamorado. Julieta lo acompaña en la búsqueda de los documentos mientras se debate entre el amor que siente hacia él y el compromiso que tiene con su familia.

El filme ofrece vistosos planos de las locaciones en que fue realizado, como el Zócalo y la estación ferroviaria de Buenavista, gracias al trabajo en la fotografía de Gabriel Figueroa. “Es la primera película en mostrar la ciudad de esta manera”, añadió Casas. El productor valoró también la importancia de la música que se encuentra dentro de la historia y que afecta a los personajes.

Señaló que la obra es pionera en abordar temas políticos. “Vemos gobernadores, diputados, movimientos obreros y estudiantiles…”, temas que se verían en el cine varios años después, por lo que consideró que es adelantada a su tiempo. Añadió que “marca los inicios de otro género representativo de México: el cabaret, que tiene momentos muy importantes en esta película”.

Por su parte, Alejandro Pelayo destacó el desarrollo de la historia. “¿Cuántos de ustedes pensaron que iba a suceder tal o cual cosa?”, preguntó al público. “Todo esto del gobernador, los matones, el cómo está construido todo; creo que es un muy buen thriller político”. Además eligió los diálogos escritos por Xavier Villaurrutia.

“Tiene las características del cine negro: es urbana, oscura, tiene los asesinatos y nos encanta esta combinación de géneros, pues el thriller es maravilloso”, concluyó Pelayo sobre el filme. “Es aquí donde se conjugaron elementos que después se desarrollarían de distinta manera en el cine mexicano: el tema político que no se había tocado antes, la ciudad como telón de fondo y, además, el cabaret”, finalizó Armando Casas.

El ciclo Charlas sobre cine y literatura continuará el próximo lunes 10 de octubre a las 18:00 horas con la proyección de La otra (Roberto Gavaldón, 1946), que será comentada por Pilar Jiménez Trejo en la Sala 4. La entrada es libre al presentar las cortesías de acceso que serán repartidas en la taquilla 5 de la Cineteca Nacional.