Por: Redacción/
A fin de detectar y atender oportunamente la depresión, violencia escolar y otros trastornos mentales vinculados con el estado de ánimo en niñas, niños y adolescentes, el presidente de la Comisión de Salud, Elías Octavio Íñiguez Mejía, destacó la urgencia de que las secretarías de Salud y de Educación Pública coordinen esfuerzos para brindar apoyo psicosocial a alumnos de primaria, secundaria y nivel medio-superior, en escuelas públicas y particulares.
En un punto de acuerdo que impulsa, subrayó que en México no existen esquemas para atender la depresión en el medio escolar. Por ello, consideró imprescindible que el gobierno federal diseñe un modelo de prevención de este padecimiento y otros trastornos mentales, con el objetivo de contribuir a mejorar la salud mental de los jóvenes.
La propuesta, enviada a la Comisión de Salud para dictamen, refiere que la Organización Mundial de la Salud (OMS) precisa que la depresión es uno de los principales problemas de salud entre la población de 10 a 19 años en México.
La define como “un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.”
La afectación puede ser leve, moderada y grave, generando en el último nivel un problema de salud serio, que puede llegar a afectar la vida laboral, social, escolar, familiar y, en el peor de los casos, llevar al suicidio.
“Es imprescindible señalar las dimensiones y la seriedad con la que se debe considerar la depresión, ya que ésta puede terminar en un resultado letal como arrebatarse la vida”, comentó el legislador.
Sostuvo que esta alteración es muy frecuente en la adolescencia y los primeros años de la adultez, porque son etapas que implican grandes cambios físicos y emocionales.
En algunos casos, los jóvenes pueden sentir malestar emocional ante las diversas situaciones y factores estresantes que se les presentan; por ejemplo, los conflictos escolares, los procesos de maduración, la influencia hormonal y los conflictos familiares.
En el 2015, ocurrieron dos mil 599 fallecimientos por lesiones autoinflingidas de jóvenes de 15 a 29 años, lo que representa una tasa de 8.2 suicidios por cada 100 mil jóvenes de este grupo de edad a nivel nacional. “La mayoría de los adolescentes que se han suicidado padecían depresiones graves”, reiteró.
El legislador por Jalisco comentó que la Encuesta Nacional de Hogares 2015 establece que las personas que padecen depresión en México no acceden a diagnósticos ni tratamientos apropiados, pese a que, en general, la edad de inicio de la mayoría de los trastornos psiquiátricos se ubica en las dos primeras décadas de vida, y la depresión no es la excepción, puesto que 50 por ciento de los adultos mexicanos ha sufrido un trastorno mental antes de los 21 años.
“En nuestro país, actualmente la depresión produce mayor discapacidad que otras condiciones crónicas como son la diabetes, los trastornos respiratorios, las enfermedades cardiacas o la artritis”, afirmó.
El padecimiento ocurre con mayor frecuencia entre las mujeres en el 10.4 por ciento de los casos y en hombres es el 5.4 por ciento, superando con creces las prevalencias observadas en los Estados Unidos, Brasil y España.
Por ello, Íñiguez Mejía sostuvo que la mejor manera de resolver el problema de la depresión es la prevención, a través de programas comunitarios, como los implementados en países europeos.
Esas estrategias escolares se basan en los modelos de atención psicosocial de la OMS, que generan un pensamiento positivo, apoyo y atención conjunta desde el núcleo familiar, además de la atención especializada para jóvenes que padecen depresión, a fin de garantizar su futura reinserción en la vida social, explicó
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