Por: Redacción/

Con el diseño de un sistema multisensorial enfocado en infantes con discapacidad visual para el desarrollo de pensamiento analítico, estudiantes de la Licenciatura en Diseño de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) resultaron finalistas del Premio Nacional Diseña México 2017, en la categoría Diseño de producto.

Mati Mati, hacer visible lo invisible –de Sandra Ameyalli Sánchez Otáñez, Diana Yareni Valencia Morales y Sergio Acuña Herrera, asesorados por los doctores Luis Rodríguez Morales y Angélica Martínez de la Peña, docentes del Departamento de Teoría y Procesos del Diseño de esa sede– confronta las dificultades de aprendizaje relacionadas con la evolución del pensamiento analítico en niños ciegos.

El trabajo está concentrado en una estrategia de instrucción sensorial para reducir las alteraciones de recepción de datos ante la falta de visión, por lo que “la solución que proponemos brinda información a cada uno de los sentidos, pues es de tipo auditivo, táctil, háptico y olfativo”.

El eje del proyecto es la escritura de dos cuentos redactados por los alumnos sobre especies mexicanas en peligro de extinción: un ajolote que vive en la zona de Xochimilco y un quetzal nativo de la selva de Chiapas.

El sistema consta de animales de peluche desarmables, dos rompecabezas en 3D y los relatos con información visual impresa en tinta, cuyo diseño editorial fue realizado de acuerdo con las necesidades de personas normo y débiles visuales, e incluye una serie de ilustraciones en acuarela que complementa cada crónica.

Las publicaciones comprenden imágenes hápticas y sistema braille que corresponden al sentido del tacto, además de que cada una tiene audiolibro propio para que los usuarios escuchen la historia narrada por los personajes y cuyo sonido enriquece el producto, puntualizaron.

Tanto los peluches –en formas volumétricas, con texturas y materiales que simulan el tejido real de las especies y olores que concuerdan con el relato– como los rompecabezas refuerzan el pensamiento analítico en niños con ese problema al intentar desarmar y armar cada objeto en forma autónoma.

Los segundos fueron confeccionados y cortados con láser, poseen formas geométricas identificables al tacto y presentan texturas a través de las cuales los usuarios pueden identificar cada parte del animal mediante el toque activo, indicaron los universitarios galardonados, subrayando que la colaboración, la interacción y la evaluación constantes con los infantes fue central para el desarrollo de la innovación.

Al considerar los valores que el diseño aporta a la solución de dificultades y requerimientos de las personas con discapacidad son abiertos campos de acción nuevos para la disciplina, interesada en aumentar la calidad de vida de aquéllas y brindarles independencia, autonomía y seguridad.

“Estos trabajos construyen puentes para incrementar la integración de ese sector de la población con base en una perspectiva propositiva y empática”, expuso Martínez de la Peña, mientras que para los profesores del Departamento de Teoría y Procesos del Diseño de la Unidad Cuajimalpa resulta fundamental que los jóvenes efectúen este tipo de tareas durante el desarrollo de proyectos finales, ya que de ese modo enfatizan el potencial del pensamiento sistémico al tratar males reales que afrontan los grupos vulnerables.

La investigadora destacó que estos procesos son una fortaleza dentro de la didáctica de la propia instancia académica, por considerar problemáticas sociales cotidianas y situaciones desfavorables a las cuales el diseño no atiende con regularidad.